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viernes, 15 de julio de 2011
Shrek cap. 4
6:54 |
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Shrek seguía enfermo, por la manzana que había tomado y el médico le había recomendado reposo.
ASNO: ¿Puedo pasar a ver a Shrek ya?
FIONA: No, no puede entrar nadie.
ASNO: ¿Por qué?
FIONA: Porque esta muy débil y es mejor que esté en reposo.
ASNO: ¡Pero soy su amigo!
FIONA: ¡¡¡NO PUEDES ENTRAR!!!
ASNO: Huy... vale, no hace falta que te pongas así.
Al salir de palacio, Asno vio venir a Gato.
ASNO: ¡Huy! ¿Cómo tu por aquí?
GATO: Ya he vuelto de mi gran búsqueda de los huevos de oro.
ASNO: ¿Y qué? ¿Ha habido suerte?
GATO: Sí, aquí tengo uno. Venía a visitar a Shrek y luego voy a buscar al Hada Madrina, tengo entendido que por el huevo ofrece mucho dinero.
ASNO: Pues yo que tu iría directamente a del hada, porque Fiona no deja a nadie entrar a ver a Shrek.
GATO: ¿Y eso?
ASNO: Está malo...
Shrek estaba aburrido en su habitación.
SHREK: Tengo hambre... ¡huy! (toca una campana) ¡Servicio de comida!
Al rato viene la bella durmiente.
SHREK: ¿Bella durmiente?
BELLA: Me llamo.
SHREK: ¿Trabajas aquí?
BELLA: Desde hace tiempo...
SHREK: ¿Me puedes traer algo de comer?
BELLA: Sí.
En una vieja cabaña de las afueras de Muy Muy Lejano...
ASNO: Ah no, yo no entro ahí...
GATO: ¡Venga! Vámos los dos.
ASNO: No, los huevos los has cogido tu y los quieres vender tu, a mi no me eches el muerto.
GATO: Burro...
ASNO: ¡No soy un burro! Soy un asno.
GATO: Pues peor todavía.
Gato entró solo. Frente a el, había una mesa. En ella estaba sentada el hada madrina.
HADA: ¿Quién eres tu?
GATO: El gato con botas.
HADA: Ah... te recuerdo... yo te puse esas botas.
GATO: Si, si y al final me has acabado haciendo un favor.
HADA: (huele mal Gato) Mmmm... tengo... tengo prisa... ¿qué quieres? No es muy... agradable hablar con un gato en tu estado.
GATO: ¿En mi estado?
HADA: ¿Cuanto hace que no te lavas?
Gato empieza a lamberse la pata.
HADA: Pordiosero...
GATO: Toma (le pone los huevos en la mesa), los huevos de oro.
HADA: ¡Oh! ¿¡Cómo los has conseguido tu!? ¡Llevo años buscándolos!
GATO: No tan deprisa.. ¿cuánto me das por ellos?
HADA: Mmm... 30.
GATO: ¿Treinta de oro?
HADA: Treinta de plata.
GATO: ¡Entonces no hay trato!
Gato salió corriendo, pero el hada se levantó y agitó la varita mágica contra el.
GATO: ¿Miauuu? ¡Miauuuuu!
HADA: Yo te hice hablar, yo te hago callar.
Fiona estaba tomando café con su madre, cuando llegó Asno.
ASNO: ¿Ya puedo entrar a ver a Shrek?
FIONA: ¿Mira que eres pesado eh?
ASNO: ¡Y qué quieres que haga! Si he ido con Gato a ver al hada madrina y entró a la cabaña del hada y no ha vuelto a salir.
FIONA: Pues no es mi culpa.
De repente, Shrek interrumpe bajando las escaleras de palacio...
SHREK: Ahhh (bosteza) Hola.
FIONA: ¡Oh! Shrek... no deberías levantarte.
Un golpe sonó desde afuera. Retumbo toda la casa.
MADRE: ¿Qué ha sido eso?
FIONA: Pues no se mamá.
El suelo comenzó a moverse, parecía un terremoto...
ASNO: ¡Un terremoto! Sálvese quien pueda...
Todos se escondieron bajo las mesas. El "terremoto" pasó. Ahora solo se oían gritos de la gente por las calles de Muy Muy Lejano.
SHREK: ¿Qué está pasando?
FIONA: Pues no sé, ve a mirar.
ASNO: ¡Voy yo!
Asno se asomó por la ventana. Eran como cinco o seis, gallinas enormes, más grandes que las casas.
ASNO: ¡Dios santo!
Fiona se asomó también.
FIONA: ¿Qué son?
ASNO: ¡Las gallinas de los huevos de oro! Han debido de seguir a gato hasta Muy Muy Lejano.
FIONA: ¿Y que hacemos? ¡Están destrozando la ciudad!
ASNO: Hay que hablar con el Hada. Yo voy para allá.
Asno salió con valentía de palacio y fue sorteando a las gallinas que se encontró por el camino...
Mientras tanto, el hada y Encantador habían salido corriendo de la cabaña. Dejando a Gato, allí solo a su suerte.
ENCANTADOR: ¡Madre! Salve el poblado.
HADA: ¡NO! ¿No querían un rey ogro? ¡Pues que les saque el de este aprieto! Móntate en el carro.
Madre e hijo se montaron en el carro y este salió disparado volando sobre Muy Muy Lejano. Gato salió de la cabaña, no podía hablar, o no al menos para que le entendiesen. Entonces, apareció la señora Jill, a la que días antes le había robado la comida.
JILL: ¡Maldito gato me acuerdo de ti!
La señora Jill salía detrás de Gato, en dirección a Muy Muy Lejano y por el camino de enfrente galopaba Asno hacia la cabaña, hasta que Asno y Gato se chocaron de morros.
ASNO: ¡Qué daño!
GATO: Miaumuauauaumui miau maumima.
ASNO: ¿Qué?
GATO: Maiuauauauuaua UIA!!!
Asno vio a la señora Jill correr desde lo lejos, con un cuchillo en los brazos y gritando como una loca.
JILL: ¡Hoy cenamos gato al horno!
Mientras tanto en palacio...
SHREK: ¡Se me ha ocurrido como podemos echar a las gallinas!
FIONA: ¿Cómo?
Shrek salió rápidamente al patio trasero del jardín y cogió dos piedras enormes, del tamaño de los huevos de la gallina. Cogió un bote de pintura blanca y lo echó por encima.
SHREK: ¡Los tiramos con la catapulta al río! Ellas se iran corriendo detrás de ellos. A esa velocidad, no se darán cuenta de que son piedras. Y con un poco de suerte, ellas pensarán que los huevos naufragan ahora por el río y no están en Muy Muy Lejano y no volverán.
FIONA: De acuerdo, vavmos a la torre a tirar las catapultas.
Shrek y Fiona subieron a la torre de palacio uno con cada piedra.
SHREK: ¡Ehhhh! ¡Galliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinas!
FIONA: ¡Catapulta va!
La primera piedra salió disparada. Dos gallinas salieron al río. Faltaban las otras tres gallinas.
SHREK: ¡Catapulta va!
El segundo huevo (piedra) se lanzó y las gallinas restantes fueron al río. Siguieron la corriente y se perdieron en el horizonte.
SHREK: Pues ya está, problema solucionado.
FIONA: ¡Viva Shrek!
Al bajar al patio delantero de palacio, donde estaba el estanque, Asno estaba ahí con Gato.
GATO: Miauuuuau
SHREK: ¿Qué le pasa a este?
ASNO: El hada le ha quitado el habla... ¿Vamos a buscarla para que se lo devuelva?
SHREK: Si, pero eso ¡en la próxima aventura! ¡Hasta prónto!
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