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viernes, 15 de julio de 2011
Hijas del señor cap. 1
7:07 |
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En lugar alejado de la mano de Dios, se encontraba el Convento Santa Teresita. El convento, fundado en 1889 por Francisquita la Tuerta, ahora, con el paso de las generaciones había quedado legado para su tátara-tataranieta Dorada. Dorada era muy estricta con las normas del Convento y usaba mano dura contra aquellas monjas que no cumplieran las normas del Señor.
En el despacho de Dorada, se encontraba Macu, una rebelde hija de Dios...
DORADA: No te lo voy a repetir más, Macu ¿por qué te has saltado la misa de ayer?
MACU: Estaba haciendo tras cosas de más interés... además la T grandota me pone nerviosa ¡Es entrar en la iglesia y ya me empiezo a estresar!
DORADA: Hay hija de Dios… no es una T grandota, es la cruz.
Macu se levantó y Dorada la retuvo.
DORADA: Macu, no te olvides de quién te acogió cuando los demás te dieron de lado.
MACU: Ya lo sé, vosotras. Pero ya ha pasado mucho de eso...
DORADA: Como comprenderás, no voy a dejar esto así, te tengo que imponer un castigo.
En el comedor...
FAUSTI: ¡Si! Pues dicen que Dorada ha castigado a la Macu.
REBE: Pues me alegro, que esta tía tiene más cara que espalda ¿Verdad Petra?
FAUSTI: ¡Hay! Querida Rebeca que pocas luces tienes...
REBE: ¿Por qué?
FAUSTI: Como se nota que eres nueva. La hermana Petra lleva 52 años de su vida en voto de silencio.
REBE: Ams... no lo sabía. El voto de silencio es la mayor tontería, porque haber ¿para qué quiere el señor que hagamos los votos?
En ese momento, llegó la hermana Chiva, una señora que se tomaba muy en serio todo... y era coja.
FAUSTI: ¡Ahí viene la coja!
REBE: ¿Perdón?
FAUSTI: ¡Hola coj... Chiva!
CHIVA: Buenos días querida Fausti, que la paz del señor este contigo.
FAUSTI: Y con tu espíritu niña... y con tu espíritu.
REBE: Hola hermana.
CHIVA: Hola corazón.
REBE: ¿De donde vienes a estas horas?
CHIVA: Vengo de las Carmelitas.
FAUSTI: ¿Y eso?
CHIVA: Un hijo de Dios ha muerto.
REBE: Bueno… tampoco es para tanto. Morir es como dormir pero sin levantarse a hacer pis.
Ambas salieron al patio, donde se encontraron a Macu delante de dos monjes, rezando...
FAUSTI: ¿Macu?
MACU: ¡Que estoy rezando leñe! Pater nostrum, qui es in caelis...
REBE: ¿Ese es el castigo que te puso Dorada?
MACU: ¡Me cago en Dios! ¿¡Te parece poco cabrona!?
CHIVA: ¡Huy! ¡En la casa de Dios no se blasfema! ¡A de Dorada que vas!
MACU: Pero ¡qué coño!
Cuando Macu se intentó escapar, los dos monjes que estaban con ella la retuvieron. Chiva fue, cojeando y como pudo hasta el despacho de Dorada.
MACU: No, si coja tenía que ser...
Chiva llamó a la puerta....
DORADA: Adelante.
CHIVA: Vera Señora Dorada, la hermana Inmaculada ha blasfemado hoy.
DORADA: Yo ya no se que hacer con la hermana Macu, querida. ¿Qué haría ella? ¿¡QUÉ!?
CHIVA: ¿Qué haría quién señora?
DORADA: ¿Qué haría mi tátara-tatarabuela Francisquita?
CHIVA: ¿Francisquita la Tuerta?
Dorada le dio un capón a la hermana Chiva.
CHIVA: Lo siento señora, lo tengo merecido...
DORADA: Aun así, gracias por la información. Hablaré con el padre Santiago.
Dorada se levantó de muy mal humor y fue a la biblioteca del Convento. Allí, entre estanterías y estanterías de libros y libros se encontraba el padre Santiago.
SANTIAGO: ¡Oh! ¡Oh sí! ¡OH!
DORADA: ¡¿Qué pasa aquí?!
El padre Santiago salió corriendo y colorado de detrás de una estantería.
DORADA: ¿Qué hacía?
SANTIAGO: Nada hermana, nada...
DORADA: Quería su consejo, padre.
SANTIAGO: Dígame.
DORADA: Se trata de la hermana Macu...
SANTIAGO: ¡Ah Inmaculada! ¡Huy! ¿Qué ha hecho esta vez?
DORADA: No, la pregunta es ¿qué no ha hecho?
SANTIAGO: ¿?
DORADA: ¿Qué hago con ella?
SANTIAGO: ¿Qué es lo que ella quiere? ¿Tele, internet, ocio y no ir a misa verdad? ¡Pues dale lo que quiere! Cuando vea que todas van a misa y ella se queda viendo la tele día si y día también y se vea sola, ya cambiará.
Macu, que había acabado su penitencia, fue a la habitación de la hermana Chiva.
MACU: ¡Eh tu Chivata!
CHIVA: ¡Oh hermana Macu! Por favor compórtate. Lo hice por ayudarte…
MACU: si... ya... seguro
Chiva estaba haciendo una pancarta.
MACU: ¿Qué escribes? ¿¡Ahorro!?
CHIVA: Si, es un mensaje para concienciar a la gente…
MACU: ¿No dicen que estamos en crisis? Pues “Ahorro” debería escribirse sin hache, para economizar una letra.
Petra, estaba paseando por el jardín del convento. Ella estaba muy contenta de tener sus 52 años de silencio a sus espaldas. Oyó unos gemidos tras unos matorrales.
Esta se acercó y se asomó y para su gran asombro, allí se encontraba el padre Santiago... haciendo algo muy fuerte. Algo que hizo a Petra romper 52 años de voto de silencio.
PETRA: ¡Ahhhhhhhhh!
Unos informáticos habían instalado en la habitación de Macu un ordenador de mesa.
INFORMÁTICO: Ya está, instalado. ¿Puedo irme ya?
DORADA: A ver, yo creo que eso está mal…
INFORMÁTICO: Mire, señora, yo me voy en unas horas de luna de miel.
En ese momento, entró Macu, con unos bollos. Le ofreció a el informático y a Dorada.
INFORMÁTICO: No gracias… soy diabético.
MACU: ¡Huy! ¿Y por qué te vas de luna de miel? Tenía entendido que los diabéticos no se pueden ir de luna de miel.
El informático se fue, muy molesto.
DORADA: Bueno… ¿no es Internet lo que tu querías? ¡Pues ahí lo tienes! ¡Vas a tener Internet hasta que revientes!
Macu se sentó frente al ordenador. Lo encendió como pudo y abrió internet siguiendo las instrucciones. Luego, le apareció Google. Ahí puso lo siguiente: “Ver ‘A la vejez viruelas’, capítulos”
Tras un lío mental de Macu. Acabó en una página de sanidad. Ahí hablaba sobre la viruela. Una enfermedad que había destrozado muchas vidas hace años.
MACU: ¿¡Pero qué es esto!? ¿Y Concha? ¿Y Marisa? ¿Y Trini?
Probó de nuevo y buscó esto: “Trinidad, ‘A la vejez Viruelas’”
Sin querer, le saltaron las imágenes de Google. Y para sorpresa de la mujer había imágenes bastante salidas de tono. Macu no sabía si todas esas eran “Trinidad” pero la verdad es que estaban haciendo unas cosas...
MACU: ¡Virgen del camino seco!
La mujer perpleja dio un golpe contra el ordenador y lo apagó. Se lo había cargado.
En el jardín...
FAUSTI: Pues no lo sabemos, pero oímos a la hermana Petra gritar y vinimos aquí estaba ya así.
DORADA: ¿Por qué se desmayó?
REBE: Tuvo que ver algo muy fuerte...
Dorada se agachó tras el matorral y observo que había algo a lo que ella calificó como “mocos”
REBE: ¿Qué es eso blanco?
DORADA: Pues parecen mocos...
FAUSTI: Yo he oído por ahí que los mocos son la plastilina de los pobres ¿Será pobre el padre Santiago?
REBE: Quién sabe… ¿Hermana Petra que ha visto usted?
PETRA: Estaba… estaba… estaba… (susurró) Masturbándose.
DORADA: ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡DIOS MÍO! ¡EN LA CASA DE DIOS!
REBE: No si aquí hay mucha monja… pero ninguna es virgen.
Macu llegó de golpe.
MACU: ¡Buh! Vaya mierda de ordenador. Ya se ha roto. Bueno qué ¿nos vamos a misa?
DORADA: ¡Oh! Hija, eres como el perro del hortelano, ni comes, ni dejas comer…
MACU: ¡Eh tu Chivata!
CHIVA: ¡Oh hermana Macu! Por favor compórtate. Lo hice por ayudarte…
MACU: si... ya... seguro
Chiva estaba haciendo una pancarta.
MACU: ¿Qué escribes? ¿¡Ahorro!?
CHIVA: Si, es un mensaje para concienciar a la gente…
MACU: ¿No dicen que estamos en crisis? Pues “Ahorro” debería escribirse sin hache, para economizar una letra.
Petra, estaba paseando por el jardín del convento. Ella estaba muy contenta de tener sus 52 años de silencio a sus espaldas. Oyó unos gemidos tras unos matorrales.
Esta se acercó y se asomó y para su gran asombro, allí se encontraba el padre Santiago... haciendo algo muy fuerte. Algo que hizo a Petra romper 52 años de voto de silencio.
PETRA: ¡Ahhhhhhhhh!
Unos informáticos habían instalado en la habitación de Macu un ordenador de mesa.
INFORMÁTICO: Ya está, instalado. ¿Puedo irme ya?
DORADA: A ver, yo creo que eso está mal…
INFORMÁTICO: Mire, señora, yo me voy en unas horas de luna de miel.
En ese momento, entró Macu, con unos bollos. Le ofreció a el informático y a Dorada.
INFORMÁTICO: No gracias… soy diabético.
MACU: ¡Huy! ¿Y por qué te vas de luna de miel? Tenía entendido que los diabéticos no se pueden ir de luna de miel.
El informático se fue, muy molesto.
DORADA: Bueno… ¿no es Internet lo que tu querías? ¡Pues ahí lo tienes! ¡Vas a tener Internet hasta que revientes!
Macu se sentó frente al ordenador. Lo encendió como pudo y abrió internet siguiendo las instrucciones. Luego, le apareció Google. Ahí puso lo siguiente: “Ver ‘A la vejez viruelas’, capítulos”
Tras un lío mental de Macu. Acabó en una página de sanidad. Ahí hablaba sobre la viruela. Una enfermedad que había destrozado muchas vidas hace años.
MACU: ¿¡Pero qué es esto!? ¿Y Concha? ¿Y Marisa? ¿Y Trini?
Probó de nuevo y buscó esto: “Trinidad, ‘A la vejez Viruelas’”
Sin querer, le saltaron las imágenes de Google. Y para sorpresa de la mujer había imágenes bastante salidas de tono. Macu no sabía si todas esas eran “Trinidad” pero la verdad es que estaban haciendo unas cosas...
MACU: ¡Virgen del camino seco!
La mujer perpleja dio un golpe contra el ordenador y lo apagó. Se lo había cargado.
En el jardín...
FAUSTI: Pues no lo sabemos, pero oímos a la hermana Petra gritar y vinimos aquí estaba ya así.
DORADA: ¿Por qué se desmayó?
REBE: Tuvo que ver algo muy fuerte...
Dorada se agachó tras el matorral y observo que había algo a lo que ella calificó como “mocos”
REBE: ¿Qué es eso blanco?
DORADA: Pues parecen mocos...
FAUSTI: Yo he oído por ahí que los mocos son la plastilina de los pobres ¿Será pobre el padre Santiago?
REBE: Quién sabe… ¿Hermana Petra que ha visto usted?
PETRA: Estaba… estaba… estaba… (susurró) Masturbándose.
DORADA: ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡DIOS MÍO! ¡EN LA CASA DE DIOS!
REBE: No si aquí hay mucha monja… pero ninguna es virgen.
Macu llegó de golpe.
MACU: ¡Buh! Vaya mierda de ordenador. Ya se ha roto. Bueno qué ¿nos vamos a misa?
DORADA: ¡Oh! Hija, eres como el perro del hortelano, ni comes, ni dejas comer…
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