viernes, 22 de julio de 2011

postheadericon El Zoo cap. 11




Paul se había levantado temprano esa mañana, aunque Celia no apareciese, el zoo necesitaba seguir en pie. No podían dejar el negocio a medias, así que fueron todos a trabajar. Entre salida y salida de horas laborales irían a continuar con la búsqueda de Celia.

PAUL: ¿Y ahora qué pasa?
NACHO: Marta… no aparece por ningún lado.
PAUL: ¿Y a esa que le ha pasado ahora?
NATALIA: Ni idea… la he llamado al móvil pero no responde.
NACHO: ¿¡Qué coño está pasando!?

Marta entró en ese momento por la puerta del zoo.

MARTA: Lo siento, es que he tenido un problema.
NATALIA: ¿Dónde has estado?
MARTA: Me ha surgido un imprevisto y punto.
PAUL: Ya… ¿lo típico no?
NATALIA: Bueno ¡todo el mundo a trabajar!



En la cueva de los murciélagos, Fabio había estado toda la noche levantando piedras para salvar a su madre de una muerte asegurada. Al terminar, consiguió sacarla. Estaba medio desmayada.

FABIO: ¡Madre! ¿Cómo está?
SHAW: Estoy... bien...Quiero que retires la electricidad de este zoo.
FABIO: ¿Y cómo lo hago? ¿Y para qué?
SHAW: Tú haz lo que te he dicho.
FABIO: Ya lo tengo, desconectaré la electricidad del lugar... pero ¿y usted?
SHAW: Yo me esperaré aquí hasta que vengas, no me va a pasar nada.

Fabio salió con mucho cuidado y fue al lugar de los contadores. Allí, bajó todas las palancas, dejando el zoo a oscuras, pero lo que no sabía, era que las puertas, vallas, y demás que sostenían a los animales estaban controladas por la electricidad, así que puertas como la de Gaby, el gorila, con un simple empujón, se abrirían ahora.

Natalia estaba pasando por enfrente de la cueva. No se fiaba de ese lugar, su hija casi moría ahí. Le daba miedo entrar, pero entró. Iba a colgar un cartel de "Prohibido el paso".

La mujer fue avanzando hasta donde colgó el cartel, pero un ruido llamó su atención. Y una voz a lo lejos...

SHAW: Ayuda...
NATALIA: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Natalia avanzó hasta el lugar de donde venían los ruidos. Esa zona de la cueva tenía las paredes derrumbadas. De repente, alguien se le echó encima con un cuchillo, era Shaw. Natalija la apartó de un golpe. María Shaw estaba muy debilitada, con la cara llena de moratones, Natalia no sintió pena alguna por aquella mujer, pero lo que si se preguntó era que qué hacía ella ahí.

NATALIA: ¿Qué haces tú aquí?
SHAW: Ya ves... un poco de todo.

Natalia le quitó el cuchillo de sus manos.

NATALIA: ¿Venía a por mi hija? ¿Verdad?
SHAW: ¿Para qué mentir?
NATALIA: ¿Y qué ha hecho con Celia? ¡¿QUÉ LE HAS HECHO HIJA DE PUTA?!
SHAW: Darle una lección.

Natalia tenía frente a ella el cuerpo de María Shaw. La mujer que había intentado matar a su hija.

NATALIA: ¿Qué hubieras hecho tu conmigo si fuera yo la que estuviera ahí tirada?
SHAW: Matarte. A tí y a tu hija.
Natalia levantó el cuchillo.

NATALIA: Dime que hacías aquí y porque has desconectado la electricidad del zoo, es la última oportunidad que te doy.
SHAW: Todos moriréis en este zoo. Tarde o temprano, no tenéis escapatoria. La cuenta atrás ha comenzado.
NATALIA: ¿Pero qué dices? ¡Te voy a hacer lo que debieron hacer contigo desde hace mucho tiempo!

Natalia alzó el cuchillo y apareció Fabio que se lo quitó de golpe y la empujó contra la piedras.



Paul llegó furioso.

PAUL: ¡Nacho! ¿me puedes explicar que coño hace la electricidad apagada?
NACHO: ¡Que no lo sé joder!

Marta también llegó mosqueada.

MARTA: Así no hay quien haga la comida…
PAUL: Ir al contador de la luz y mirarlo, yo me voy a buscar a mi madre.
NACHO: Paul…
PAUL: ¿¡Qué!?
NACHO: Sabes, que como máximo, si en un día más no encontramos a tu madre, tenemos que nombrar otro director del zoo.
PAUL: Sí, lo sé y por mí no lo digas, no lo voy a llevar yo el zoo.

Paul se fue, y Nacho fue a la sala de los contadores. Abrió la puerta y levantó la manivela de la electricidad.



Eran las dos de la tarde, Ángela había llegado del colegio. El autobús le dejó en la puerta del zoológico. La niña vio a Nacho enredar en la caseta de la luz y fue hacia allí.

ÁNGELA: ¡Ya estoy aquí!
NACHO: ¿Qué tal?
ÁNGELA: Bien. ¿Y mi madre?
NACHO: No se, hace tiempo que no la veo.

Natalia apareció corriendo, tenía la cabeza ensangrentada, de un golpe con una piedra en la cueva.

NACHO: ¡Natalia!
NATALIA: …
NACHO: ¿Qué te ha pasado?
NATALIA: Shaw. Ella… me golpeó. Está aquí, en el zoo. Ángela, no te muevas de aquí.
ÁNGELA: ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

Natalia habló a Nacho.

NATALIA: Está en el zoo para llevarse a mi hija. Para convertirla en uno de sus muñecos. Ayúdame Nacho...
NACHO: Tranquila... ¿en donde la has visto? ¿ella te hizo eso?
NATALIA: Fabio, está con ella también en la cueva. Acabo de escaparme corriendo de ellos.
NACHO: ¿Vamos a la enfermería? ¡Te puedes desangrar! Vamos a la enfermería que te eche ahí agua oxigenada o algo.
NATALIA: De acuerdo, pero Ángela, ven con nosotros.



María Shaw, no se daba por vencida y continuaba buscando por el zoo, a la niña, con Fabio a su lado.

SHAW: Niña… bonita, ¡ven!

En ese preciso momento, Ángela se había separado de su madre y Nacho. Estaba en la misma parte del zoo que María Shaw y Fabio.

SHAW: ¡Esta allí! ¡Atrápala!

Fabio corrió tras la niña. La había arrinconado en un esquina donde había botes de gasolina. Shaw, apartó a su hijo de un golpe y dispuso ella misma a matar a Ángela.

SHAW: ¡Apártate imbécil!

Shaw estaba frente a frente con Ángela. La niña estaba arrinconada con los botes de gasolina, pero de repente, llegó Natalia y sacó corriendo a su hija de allí, empujando a la ventrilocua contra los botes de gasolina haciendo caer todo el líquido encima de la mujer.

NATALIA: ¡Ahora!

Nacho cogió una cerilla, la encendió rápidamente y la arrojó contra María Shaw...



En la cocina, Marta estaba llorando. Le dolía a horrores todo el cuerpo. El especialista la había analizado y no había encontrado nada raro, pero ella sentía que algo no iba bien. Abrió la boca, sangre comenzó a salir de ella, a cántaros. Mucha sangre. En ese momento, sonó su teléfono.

LOLA: ¡Hija! ¡Que vuelvo al negocio!
MARTA: ¿Qué?
LOLA. Si si, me he enterado que ahora está en un zoo, y ya sabes ¡voy a ayudarte! Cogeré el primer vuelo a España que pille. Antes de quince días estoy allí.
MARTA: ¡Nooo! No hace falta, mama ¡NO!
LOLA: Que si, que si, que yo voy a ayudarte en ese bar ¡Y punto en boca!

La mujer colgó el teléfono.



Estaban un grupo de personas frente a una nave espacial.

ESPECIALISTA: Vamos.

Los "astronautas" subieron a la nave. Y esta salió disparada al espacio. Salió desde la base del Proyecto Maponto. Nadie de la comandancia de la NASA sabía nada de ese viaje, pues era secreto. Al atravesar la atmósfera, una luz roja empezó a sonar.

ESPECIALISTA: ¿Qué pasa?
AYUDANTE: ¡No lo sé!

Por el cristal delantero vieron un enorme asteroide aproximándose a la nave y... ¡PUM!


0 comentarios: