sábado, 26 de febrero de 2011

postheadericon El Zoo cap. 16






El resto de la gente empezó a correr en el lado opuesto al que venían los leones. Entre tanto barullo, Natalia se fijó en el autobús que se había empotrado con el zoo. No podía ser, era el autobús del colegio de su hija, Ángela.

Natalia: ¡Oh dios mío! ¡Ángela!

Natalia salió corriendo. Saltó un par de bancos y esquivó a los leones, aunque estos, como estaban un poco amaestrados, no mostraron indicios de atacarla.

Paul: ¡Natalia! ¿Qué haces? ¡Vuelve aquí!

Fabio entró en el empotrado autobús con la escopeta en la mano. Fue mirando sillones por sillones, en ellos habían niños heridos, tan solo el conductor parecía estar muerto. Fue hasta el final del todo y nada, no encontró a Ángela.

Fabio: ¿Ángela? ¿Bonita? ¡Sal! Yo te ayudo…

La niña no aparecía. Natalia entró también al autobús y se alarmó al ver al conductor muerto, pero fue directamente corriendo a buscar a su hija. Le sorprendió encontrarse con Fabio, armado al final del vehículo.

Natalia: ¡Hijo de puta! ¿Has sido tu?
Fabio: Tu hija no está aquí.
Natalia: Mi hija se montó en este autobús. Debe de estar aquí.

La madre, se empezó a preocupar.

Natalia: ¿Cariño? 

Los hombres armados apuntaban a Nacho, Lola, Francisco y Alba.

Marta: ¡Corred! ¡Mamá salváos! Por aquella ventana.

Marta chivateó una salida del lugar a su madre y los demás.

Lola: ¡Vamos! ¡Hija vente!

Un disparo rozó la cabeza de la mujer. Marta se tiró sobre el hombre que había disparado. Lola acercó unos pasos.

Alba: ¡Vamos! 
Nacho: Venga, Lola, ven, tu hija estará a salvo.

Continuaron avanzando, cuando sonó un disparo en la sala de atrás. Inmediatamente después, un montón de pasos le seguían.

Francisco: Ha habido un disparo (dijo mientras corría)
Alba: Al parecer, creo que se lo han hecho a tu hija.
Lola: No puede ser, mi niña no… ¿qué es todo esto?

Una nueva escalera estaba ante ellos, pero esta vez de subida. Aquello parecía otra salida del subterráneo, por fin a tierra, a arriba. Estos subieron a toda velocidad.

Nacho: ¿Suenan perros?
Alba: ¡Si! Son perros.

Alba miró hacia atrás mientras corría y tuvo que pararse del asombro.

Francisco: ¡Alba! ¡Vamos!
Alba: Eso no son perros...

Continuaron corriendo.

Lola: ¿Entonces qué son? ¿Astronautas no te jode?
Alba: ¡Lo digo en serio! Mirad atrás. 

Nacho miró y lo vio también. Una extraña criatura les perseguía, parecía un perro pero su boca era enorme. La criatura podía ladrar y tenía cuatro patas. De repente, se puso a dos patas y comenzó a cortar distancias con los chicos. 

Francisco: ¡Vamos! ¡Joder! 
Lola: ¿¡Pero qué coño es eso!?

De repente, Alba tropezó y cayó al suelo.

Francisco: ¡Alba!

Francisco se volvió a ayudarla. Los demás seguían subiendo.

Francisco: ¡Continuad vosotros, yo me quedo con ella!
Alba: ¡No seas idota! ¡SÁLVATE!
Francisco: No, si mueres tú, muero yo.

Las extrañas criaturas llegaron, se tiraron a morder sobre Alba y Francisco y a los pocos segundos los hombres de Maponto llegaron a ellos. Nacho y Lola llegaron al final de la escalera. Una nueva puerta había. Intentaron abrirla, pero estaba atascada. Empujaron y empujaron y la madera cedió. Estos pasaron.

Lola: ¡Ostias!

Se encontraban en la cueva del zoológico. Era una parte inexplorada.

Nacho: Por fin, lo hemos conseguido.
Lola: Mi hija…
Nacho: ¿Está con esa gente?
Lola: Sí, pero ha dado la vida por nosotros... no se si seguirá viva... ¡Oh!
Nacho: ¡Rodrigo!
Lola: Sí, hay que avisar a los demás de lo del subterráneo.

Lola puso el dedo sobre su boca, queriendo decir que se callara. Sonaban voces, gritos y escándalos en el zoo.

Nacho: ¿Qué es el alboroto que suena?
Lola: Vamos a ver.

Estos salieron de la cueva y se encontraron con el jaleo en el zoo. Fueron corriendo hacia Nacho.

Nacho: ¿Qué pasa?
Paul: Un autobús se ha empotrado frente a la entrada. La puerta de los leones se ha roto.
Nacho: Pues encerrémosle en las jaulas de seguridad.
Paul: Tú eres el guardia…

En unos quince minutos, Nacho encerró a todos los leones en sus respectivas jaulas, el zoológico se desalojó. Natalia entró llorando.

Natalia: Mi hija… mi niña… ¿dónde estará? Yo no puedo vivir así ¡así no!

Por detrás apareció Ángela.

Ángela: ¡Mama! Estoy aquí.
Natalia: ¡Cariñooooo! 

Se abrazan.



Natalia: Hija, ¿cómo es que no te he visto?
Ángela: Por que yo vi al señor que es mi papá provocar el accidente del bus. Entonces cuando vi que iba con el arma a por mí, me escondí debajo del asiento del conductor. Y no me vio. Porque como pensó que el ya estaba muerto, pues ni miró ahí. 
Paul: ¿Ya no está Fabio?
Natalia: Ya se ha ido.

Pasaron unas horas, y la grúa se llevó el bus a la chatarrería y los albañiles ya estaban trabajando en la obra de la entrada. En el despacho del director…

Rodrigo: Creo que esto puede dar para unas semanitas…
Lola: Rodrigo, ¿nos vas a explicar esto? (pone el mapa sobre la mesa)
Paul: ¿Qué es eso?

Paul y Natalia estaban absolutamente asombrados. Nacho y Lola rieron, por fin tenían a Rodrigo cogido por los huevos.

Nacho: Un mapa, del subterráneo que hay bajo el zoo.
Natalia: ¿Subterráneo? ¿Qué subterráneo?
Rodrigo: ¡Ninguno! Esto es mentira.
Nacho: Deja que se lo enseñemos a Paul y Natalia ¿no?

Rodrigo se levantó y cerró la puerta del despacho.

Rodrigo: Vamos a ver, quiero quede muy clarito. Voy a ser directo. Si a alguien se le ocurre bajar ahí abajo, que se de por muerto.
Paul: ¿Perdona? 
Natalia: ¿Qué hay ahí abajo?
Rodrigo: Nada de tu incumbencia. Avisados estáis.

El hombre salió del despacho, dejando a los otros todos ahí. Lola reaccionó inmediatamente y sacó el resto de la carpeta que le había robado junto al mapa del Proyecto Maponto. 

Había muchos papeles. En ellos ponía "Sujeto 1", "Sujeto 2" y así sucesivamente...

Natalia: A ver.

Natalia sacó la ficha del Sujeto 34. Había una imagen de un extraño animal. Justamente, a Nacho y Lola les sería muy familiar, era la criatura que les atacó en el subterráneo.

Lola: ¡Eh! Esa cosa nos atacó ahí abajo.
Nacho: ¡Dios! Es cierto.
Lola: Sujeto 34, mutated dog...
Paul: ¿Qué? ¿Qué coño es todo esto?

Paul sacó más papeles. Eran de otros sujetos. Todos eran extrañas mutaciones de animales. En uno se podía ver una mezcla de una jirafa con un hipopótamo.

Natalia: Creo que ya lo entiendo... 
Paul: Pues explícame, porque yo no lo acabo de pillar.
Natalia: Son mutaciones de animales. Creo, creo ¿eh? es una suposición. Creo que el Proyecto Maponto se basa en la creación de nuevas especies.

Todos estaban muy desconcertados. Lola preguntó.

Lola: ¿Nuevas especies?
Natalia: Sí, está clarísimo. Esa cosa que os atacó en el subterráneo, se llama "Mutated Dog" y este es "Zebrybird" ¿veis la imagen? Es una cebra con alas.
Nacho: ¡Coged todos los papeles! ¡Vamos a la policía!

Lola se colocó delante de la puerta con los brazos extendidos.

Lola: No. Antes quiero volver a bajar a saber qué ha pasado con mi hija...
Paul: Pues vamos todos entonces. 

Salieron del despacho. Paul y Nacho les dijeron a Natalia y Lola que esperaran en la fuente, que ellos iban a buscar armas para bajar bien defendidos.

Nacho: Paul, tu madre andaba metida en todo esto.
Paul: ¿Qué coño dices tío?
Nacho: Sí, es cierto, nos hemos enterado cuando estábamos ahí abajo.

Entraron en la caseta de la electricidad y cogieron las armas. Se fueron a la fuente.

Mientras, tanto Lola hablaba con Natalia en la fuente...

Natalia: Tranquila, vamos a sacar sana y salva a tu hija de ahí.

Los chicos llegaron. Le dieron al interruptor, y la fuente se abrió. Bajaron. Estuvieron dando vueltas, hasta que llegaron a una sala, tenía la puerta abierta. Frente a ellos había unos ordenadores gigantescos. En cada ordenador ponía "Zoo" y detrás el nombre del zoo.

Natalia: Osea ¡que hay más zoológicos que tienen esto!
Marta: No.

No se habían dado cuenta, pero Marta había entrado por la puerta. Lola la abrazó.

Lola: Me tenías preocupada... 
Paul: ¡Marta! Cuéntanos todo lo que sepas del Proyecto Maponto.

Marta fue hacia los ordenadores los señaló.

Marta: Cada uno conecta con un zoo diferente. Se utilizan para las videoconferencias. Podemos hablar con las bases de otros zoos. El proyecto Maponto consiste en la creación de nuevas especies. Primero, cogemos los animales, insospechadamente de los zoos, los bajamos a los laboratorios, y experimentamos con ellos. Cuando tenemos una nueva "especie" pasamos a la fase 2. Es decir, los llevamos a la isla Luna.
Paul: ¿Isla Luna?
Marta: Sí, es una isla, donde sucede la fase dos, es decir, ahí sueltan a las nuevas especies para la convivencia, para comprobar su supervivencia. También en uno de nuestros experimentos con animales, nos dimos cuenta de que algunos de ellos tenían el virus del cáncer en algunos de sus tejidos y vimos que al fusionarlo con otro animal, el virus desaparecía. Lo probamos con humanos, el doctor Font se ofreció como conejillo de india, y acabó muerto...
Nacho: Qué fuerte.
Marta: También utilizamos un sistema de transporte para llevar los animales de un zoo a otro.

Ahí Natalia, que había estado atando cabos por ella sola, habló.

Natalia: Sí, utilizáis las cañerías.
Marta: En efecto... ¿cómo lo sabías?
Natalia: Era de suponer.

Marta les acompañó hasta la salida del zoo. Mientras tanto, iban hablando.

Lola: ¿y por qué encerrasteis a Alba y Francisco?
Marta: Eso no lo sé ni yo. Eso, solo lo saben dos personas en el mundo... bueno una, porque la primera era Celia, tu madre Paul, y la otra es Francisco.
Nacho: ¿Ves? Te dijimos que estaba con ellos.

Salieron del zoo.

Marta: En este momento, están preparando el submarino para ir a la isla Luna y dejar allí a los animales. En la isla, tienen una instalaciones para vivir. 
Lola: ¿En submarino? ¿Para no ser vistos no?
Marta: Sí, esta es una misión secreta. El submarino sale a las 8 de la tarde.
Paul: Pues vamos allá, vamos a intentar colarnos en ese submarino.

En el puerto, el submarino estaba a punto de salir.

Rodrigo: ¿Tenéis todo listo?
Doctora: Sí. Las especies están dentro.

Un hombre se acercó por detrás a Rodrigo.

Rodrigo: ¿Hola? ¿Tú quién coño eres?
Fabio: Soy alguien que busca venganza. Vuestro proyecto está en peligro. 
Rodrigo: ¿Cómo lo sabes?
Fabio: Tengo mis fuentes. Solo te puedo decir, que tus empleados del zoo, van a intentar montarse en este submarino. Si quieres, puedo trabajar para vosotros. Ya sabes, podría acabar con ellos. La unión hace la fuerza.
Rodrigo: De acuerdo.

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