Parca Producciones 2012. Con la tecnología de Blogger.
sábado, 16 de marzo de 2013
Hijas del Señor 3x04
11:14 |
Editar entrada


Soledad estaba en la cama, junto con las demás hermanas. Estaba haciendo una noche muy lluviosa. De vez en cuando se oía algún que otro relámpago que retumbaba en toda la habitación. A la hermana eso le agobiaba mucho. No la dejaba dormir.
SOLEDAD: Uff...
De repente, el fuerte aire hizo que la ventana de la habitación se abriera de golpe. Soledad se levantó corriendo a cerrarla. Entonces se quedó mirando a la carretera. Había una niña en ella. Tenía el pelo largo y llevaba un largo camisón blanco que le llegaba hasta las rodillas. Estaba allí, en la oscuridad, mojándose por la lluvia. La escena era totalmente tenebrosa.
SOLEDAD: ¡Oye! ¡Niña!
Entonces, unas luces se comenzaron a ver al fondo de la carretera. Era un coche que pasaba por allí. Se comenzó a acercar, cada vez más rápido hasta que se llevó por delante a la niña. Soledad gritó del susto. El coche continuó su camino como si nada hubiera pasado.
MACU: ¿Qué haces? ¿Estás tonta? ¡Cierra la ventana!
FAUSTI: ¡Por favor, qué frío! ¡Cierra eso!
SOLEDAD: ¡La ha atropellado!
FAUSTI: ¿Qué?
Dorada se despertó también.
DORADA: ¿Qué está pasando?
Todas se levantaron.
SOLEDAD: La ha... atropellado.
DORADA: A ver, ¿qué pasa?
Soledad señaló a la carretera. La niña yacía muerta en ella.

DORADA: Oh, Dios mío. ¿Qué ha pasado?
SOLEDAD: Un coche la ha arrollado sin piedad y se ha dado a la fuga.
Las demás monjas comenzaron a escandalizarse.
MACU: ¡Hay que llamar a la policía!
Las chicas salieron de su habitación en dirección a la puerta del convento.
FAUSTI: A ver... ¡Voy a avisar a Sor Pilar!
MACU: ¡Yo voy contigo!
El escándalo que estaban montando éstas, hizo despertar incluso a Cloti.
CLOTI: ¿A qué viene tanto escándalo?
DORADA: (Mientras caminaban) Una niña, que la ha atropellado un coche frente al convento.
CLOTI: ¿Y qué hacía una niña en mitad de una carretera, de noche y con la que está cayendo?
SOLEDAD: Eso digo yo... Dios mío, ojalá no le haya pasado nada.
Macu y Fausti llegaron hasta la puerta de la habitación de Sor Pilar. Llamaron sin piedad a la puerta a golpes. Nadie respondía.
MACU: ¿Esta mujer es tonta o sorda?
FAUSTI: ¡Ay, calla! ¡Sor Pilar! ¡Abra por favor! ¡Es una urgencia!
MACU: Nada... ¡que no contesta!
FAUSTI: A saber qué estará haciendo...
MACU: Cómo mínimo, en el tercer sueño. O algo peor.
FAUSTI: ¿El qué?
MACU: Pues no lo sé. Igual se está tocando o algo.
FAUSTI: ¿Tocando? ¿Tú te estás oyendo? ¿Cómo se va a estar tocando?
MACU: ¿Y por qué no? A ver, ¿a que tú te tocas también?
FAUSTI:


Loli se despertó ante las voces y salió de su habitación, que estaba al lado de la de la madre superiora.
LOLI: ¡A ver! ¿Qué diablos ocurre?
MACU: ¿El diablo? ¡¿DÓNDE?!
LOLI: Tranquilícese, por favor.

En la carretera, entre Dorada y Cloti cogieron el cuerpo de la niña. Mientras tanto, Soledad miraba aterradda.
SOLEDAD: ¡No es bueno mover a la víctima después del accidente!
DORADA: ¿Y qué quieres? ¿Qué la dejemos ahí en el sitio con la que está cayendo, que si no se ha muerto ya, se morirá?
CLOTI: ¡¡¡Callaros ya!!! Grrrr... ¡Vamos dentro!
Al fin, consiguieron entrarla dentro del convento. La apoyaron sobre una de los banquillos de la entrada del San Felipe. A los pocos segundos, llegaron Loli, Macu y Fausti.
LOLI: ¡Oh Dios mío! Qué desgracia.
La mujer se acercó a la niña y se santiguó.
LOLI: ¿Está viva?
SOLEDAD: Pues no lo sabemos...
DORADA: A ver, apartaros.
Tras unos segundos de inspección, Dorada comunicó a las demás la sentencia.
DORADA: Está....está muerta.
Un relámpago retumbó toda la estancia de un golpe. Las monjas se santiguaron todas a la vez mientras algunas rezaban por lo bajini.
MACU: ¿Qué hacemos ahora?
LOLI: Por lo pronto, darle cristiana sepultura.
SOLEDAD: Pero vamos a ver, pensemos. ¿Y la familia de esta niña?
CLOTI: No creo que la tuviese... sino ¿qué haría a las tantas de la madrugada, en medio de una tormenta andando por una carretera?
LOLI: Vamos a guardarla en la habitación de la sepultura. Mañana veremos qué hacer. Iros todas a la cama, Dorada, ayúdeme.
DORADA: Sí, voy.

Por la mañana, las chicas fueron a desayunar con todas las dudas de la niña de la carretera en la cabeza. ¿De dónde había salido esa niña? ¿Qué hacía ahí en mitad de la noche? Esperaban encontrar respuestas pronto. Mientras tanto, estaban desayunando.
MACU: Es que me parece tan fuerte...
SOLEDAD: Los padres debían de ser unos irresponsables.
FAUSTI: Desde luego.
Una voz habló por detrás.
SOR PILAR: Quiero que vengáis conmigo, las cinco.
Macu, Fausti, Soledad, Dorada y Cloti se giraron. Era Sor Pilar.
CLOTI: ¿Yo también? ¿Por qué?
SOR PILAR: Sí, todas. A mi despacho. Ya.
DORADA: A ver... ¿qué dices?
SOR PILAR: Que vengáis. Tenemos que hablar del tema.
Sin más discusión, todas fueron junto con Sor Pilar, pero no fueron a su habitación, como tenían previsto, sino a la habitación de la sepultura, junto al cadáver.
SOR PILAR: ¿Quién fue la que vio el accidente?
SOLEDAD: Yo, yo lo vi todo.
SOR PILAR: ¿Cómo era el coche?
SOLEDAD: Rojo, con las ventanas negras.
SOR PILAR: ¿Recuerdas la marca?
SOLEDAD: No me fije tanto...
FAUSTI: ¿Has localizado a su...?
SOR PILAR: Las preguntas las hago yo.

En el apartamento número 13, donde vivía ahora mismo Santiago con los ocupas gitanos, había problemas nuevamente. La pareja de etnia diferente no estaba pasando por su mejor momento matrimonial. El marido estaba junto con Santiago pidéndole consejo.
SANTIAGO: Yo te puedo decir poco, hijo mío...
GITANO: Ay, payo, no sé que hacer... ¿Y si me muero?
SANTIAGO: ¿Cómo te vas a morir, alma de Dios?
GITANO: Que si... yo sin la Casilda no sé vivir.
SANTIAGO: Si te portas como un señor, no te pasará nada. Tu matrimonio saldrá en adelante.
GITANO: ¿Cómo me voy a portar como un señor? Si la mujer quiere ir a trabajar...
SANTIAGO: ¿Y eso qué tiene de malo? Déjala que vaya.
GITANO: ¿Una mujer? ¿¡Trabajar!? Jajaja... una mujer mocho y lejía.
Santiago estaba alucinando. Ese hombre era bastante machista.
SANTIAGO: Por favor... así es imposible que un matrimonio funcione.
GITANO: ¿Por qué no? ¡De toda la vida de Dios lleva siendo así! ¡Y así será!
El hombre se levantó amenazante.
GITANO: ¡Pienso dejarle claras las cosas a la Casilda!
SANTIAGO: Pero...
El gitano dio un grito tan fuerte que le dolieron los oídos a Santiago.
GITANO: ¡Casildaaaaaaaaaaa!
Santiago sabía lo que tocaba de nuevo, pelea. Pero estaba vez iba a ser algo más que eso, por desgracia.
GITANO: ¡Casilda, ven acá!
MUJER: ¿Qué pasa, Amadeo?
GITANO: ¡Que tú a limpiar!
MUJER: ¡No me sale del higo! ¿Me vas a mandar algo más?
GITANO: No me toques las narices que la tenemos...
MUJER: ¡Vete al carajo, hijo puta!
El gitano le propició una bofetada a su esposa. La cosa se estaba empezando a poner seria. Santiago se levantó y fue junto a ellos para intentar separarlo.
SANTIAGO: Venga, vale ya... que se nos está yendo la cosa de las manos.
GITANO: Y tú no te metas, que te rajo, ¿vale?
El hombre sacó de nuevo la navaja de su bolsillo y se la puso en el cuello a Santiago.
SANTIAGO: ¡Por favor! ¡Vale ya!
MUJER: ¡Déjalo! ¡Déjalo ya, por favor!
GITANO: ¡No me da la gana! Os mato a los dos y me quedo pancho, lo juro.
MUJER: Por favor, Amadeo, deja a este buen hombre, que nos ha dado su casa y todo...
GITANO: ¡¡¡Que estoy muy loco!!!
SANTIAGO: Hágale caso a su mujer, por favor... por Dios...
GITANO: ¡A Dios no lo metas en esto! ¡Es que ni me lo toques!
Entonces, en un brusco movimiento del gitano que estuvo a punto de clavarle la navaja en el cuello a Santiago, la esposa le agarró por las espaldas y este se giró para clavarle el cuchillo a ella, entonces Santiago cogió un jarrón y golpeó al hombre en la cabeza y posteriormente, la mujer le giró la navaja y se la clavó en el pecho. Fue todo tan rápido y tan brusco que a penas les dio tiempo a reaccionar de otra forma.
SANTIAGO: Madre de Dios...
El gitano cayó desplomado al suelo de un golpe. Sonó un claxon. El autobús acababa de llegar y el niño de la pareja de gitanos también. Tenían que esconder el cadáver para que no lo viera el niño.

Las chicas estaban intentando llegar a un acuerdo sobre lo que acababa de pasar con la niña de la carretera, cuando algo ocurrió. La niña se empezó a mover.
CLOTI: ¡Se ha movido!
DORADA: Ya, ya lo hemos visto... no somos tontas, gracias a Dios.
SOLEDAD: ¿Niña? ¿Estás bien?
La niña abrió los ojos. Los tenía rojos, como la sangre. Miraba fijamente al cielo.
FAUSTI: Dios mío, qué mal rollo.
DORADA: ¿Hola? ¿Cómo te llamas?
SOR PILAR: A ver, dejarme a mí. (A la niña) Hola... soy Pilar. ¿Y tú?
La niña no contestaba. Tenía grandes heridas en la cara, y las piernas. Pero estaba viva. No quería hablar. Pero era muy extraño que tuviera los ojos de ese color.
SOLEDAD: Esta cría está endemoniada. Yo me voy de aquí ahora mismo.
Las otras cuatro se levantaron, pensaban lo mismo que ella.
SOR PILAR: ¿Qué? No me dejéis sola aquí.
DORADA: Ay, yo lo siento mucho. Llamamos a la policía y ya. Nos vamos.
Sor Pilar accedió y salió de la habitación.
SOR PILAR: Iros a misa, yo me encargo de llamar a la policía.
Las hermanas se fueron a la iglesia, y Sor Pilar, fue a la habitación de Loli, donde tenían teléfono.
LOLI: ¿Qué ha ocurrido, señora?
SOR PILAR: La niña, que se ha despertado.
LOLI: ¿Y bien?
SOR PILAR: Tenía los ojos rojos, como el mismísimo Diablo. Voy a llamar ahora mismo a la Guardia Civil.
LOLI: Ajá. Toma el teléfono.

Mientras tanto, las hermanas estaban en misa. No prestaban mucha atención a las palabras que estaba diciendo el sacerdote, pues su cabeza estaba en otras cosas.
MACU: Estoy muy asustada.
FAUSTI: ¿Por qué?
MACU: Por lo de la niña...
FAUSTI: Yo también.
Entonces, las chicas se fijaron en que Sor Pilar había cruzado la iglesia corriendo para salir por la parte trasera a los patios del convento. Parecía ir muy preocupada.
FAUSTI: ¿Qué habrá pasado?
SOLEDAD: No lo sé, pero no voy a quedarme aquí preguntandomelo.
Soledad salió de una forma discreta de la iglesia y fue justo por dónde había visto salir a Dorada y su mano derecha. Las encontró hablando. Se escondió detrás de una columna de la fachada.
SOR PILAR: ¡Te estoy diciendo que rastrees este convento de cabo a rabo!
LOLI: Si señora. ¿Y si no la encontramos? ¿Ahí ya podré decirlo...?
SOR PILAR: ¡¡No!! Bajo ninguna circunstancia debes decirle a nadie que la niña de la carretera se ha escapado de dónde la teníamos. Podíamos causar el caos.
LOLI: De acuerdo, voy a comenzar la búsqueda.
Soledad se quedó impresionada ante lo que acababa de descubrir.

Llego la noche, Soledad le había contado a las chicas lo que había oído de la niña. Estas todas habían decidido irse a la biblioteca del convento, pues esta tenía los picaportes con cerradura y allí estarían mucho más seguras que en sus habitaciones que por no tener, no tenían ni cerraduras.
CLOTI: A ver... ¿no os estáis pasando?
FAUSTI: ¡No! ¡Me da igual! Yo no pienso vivir en un sitio dónde puede entrar una loca por la noche y cortarme el gañote, ¡No y No!
MACU: ¡Eso! ¡Así se habla, Fausti! Yo voy contigo.
SOLEDAD: Esperad que recoja mis sábanas.
Al final, todas acabaron en la biblioteca. Loli, que estaba buscando a la niña, se encontró con el barullo de las hermanas hasta la biblioteca. Ésta, fue de inmediato a avisar a la madre superiora.
SOR PILAR: ¿Qué?
LOLI: Como lo oyes. Y se han ido todas a la biblioteca porque allí se pueden encerrar con llaves y en sus cuartos no.
SOR PILAR: ¿Quién les ha dado permiso a estas para irse a dormir a la biblioteca? Ahora mismo voy allí y se van a preparar.
Sor Pilar salió de su habitación y empujó la puerta tras ella, pero Loli, con mucha eficacia puso un pie antes de que se cerrara. Cuando se aseguró de que Sor Pilar ya no estaba cerca de allí entró. Era la primera persona que no era Sor Pilar en entrar a su habitación o despacho, como lo quieran ver.
A la entrada, había un gran sillón de color rojo. Detrás de él una cruz enorme y un pasillo a la derecha. En el pasillo había como más de veinte puertas. Era estrecho y largo. ¿Por dónde comenzar a mirar? Al final del pasillo había una escalera de caracol que parecía subir a otro piso.
LOLI: No tengo mucho tiempo... pero siempre he tenido curiosidad por ver lo que hay en este lugar.
La mujer comenzó a mirar por las habitaciones, una a una hasta que oyó unos golpes en una de ellas.
LOLI: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Se acercó a la puerta de la que venían los golpes. Volvieron a sonar entonces. La mujer agarró el pomo de la puerta y lo giró sobre sí mismo. Entonces, volvió a sonar un grito, pero esta vez más fuerte. Finalmente abrió la puerta y se encontró con la niña de la carretera. Estaba allí encerrada y maniatada.
LOLI: ¡Oh Dios mío!
NIÑA: Ayúdame... ayúdame por favor.
LOLI: Shh, tranquila, tranquila. Te voy a sacar de aquí. ¿Qué ha pasado?
NIÑA: Esta mujer, que se piensa que les voy a hacer daño. Y me dijo que yo era Satanás... y no es así.
LOLI: ¿Qué vas a ser tú Satanás? Alma de Dios...
Loli se agachó a quitarle las cadenas que la sujetaban los pies. Cuando se agachó, la niña dejó escapar una malévola sonrisa. Loli había picado en su trampa.

Santiago estaba con la gitana en el salón de la casa. Al final, les dio tiempo a esconder el cadáver del padre del chico a tiempo de que éste no viera nada.
GITANA: A ver... quillo... tenemos que decirte algo.
NIÑO: ¿Qué pasó, madre?
GITANA: Padre se ha ido.
NIÑO: ¿Ido? ¿A dónde?
SANTIAGO: Tú padre se ha tenido que ir muy lejos de aquí.
NIÑO: ¿Por qué?
GITANA: Pues... pues... no lo sabemos. El caso es que se ha ido, y parece que no va a volver. O tardará mucho en volver... quillo, no te preocupes, que estaremos bien en esta casa con este señor, ¿a que sí?
SANTIAGO: Si... yo os cuidaré. O lo intentaré.
NIÑO: ¿Este señor será mi nuevo padre?
GITANA: Claro...
SANTIAGO: Bueno, tampoco es así...
GITANA: ¡Si es así! No me vas a dejar tirada ahora... por lo que te conviene.
SANTIAGO: Vale.
El niño se fue a su habitación un pelín disgustado.
SANTIAGO: Oye, vale que estoy de acuerdo contigo a que debíamos esconder el cadáver para que nadie descubriese nada y no nos metan en la cárcel, pero yo no sirvo como padre. Lo siento, en menos de dos días tenéis que iros de aquí. De mi casa.
La gitana se sintió ofendida por las palabras que estaba soltando Santiago. Entonces, se levantó echa una furia y gritó como una loca.
GITANA: ¡Mal rayo te parta!
SANTIAGO: ¿Ehh...?
GITANA: ¡Tu no me dejas tirá a mi jamás!
SANTIAGO: ¿Y eso por qué? ¡Esta es mi casa!
GITANA: (Amenazante) Porque sino llamo a la Elisa, la Germinia, la Dulce, la Modesta, la Belén, la Rosa, el tío Benito, el Manzanares, el abuelo Parco y media misa Gitana. ¡Vamos que te la lio vivo! ¿Me entiendes? Y ellos no son como yo. ¡Ellos te rajan!
SANTIAGO: ¿Ah si? ¡Si tienes tantos amigos vete a vivir con alguno de ellos!
La mujer estalló.
GITANA: ¡Venga ya! ¡Fuera de aquí! ¡Me hartaste!
SANTIAGO: ¡Me has hartado tú, gitana de los cojones!
GITANA:

En ese momento de máxima discusión, sonó el timbre de la puerta.
SANTIAGO: ¿Sí?
HOMBRE: Hola, ¿pueden abrirnos la puerta? Somos la policía.
Santiago y la gitana se miraron a los ojos.
GITANA: Ay madre... que ahora si que la hemos liao.

Sor Pilar llegó furiosa a la biblioteca y comenzó a gritarle a todas las monjas. Golpeó la puerta con fuerza.
SOR PILAR: ¡Os ordeno que abráis! ¡O me abrís, o lo vais a pagar!
Dentro...
MACU: Fausti, ¿Tú oyes a alguien?
FAUSTI: Uy, ¿yo? Yo que voy a oír... si cada día estoy más chocha.
SOLEDAD: Ay hijas, yo igual.
MONJA: Si si, aquí no oímos nada...
SOR PILAR: ¡Oyeeee! ¡Que os jugáis mucho, fijate lo que te he dicho!
MACU: ¿¡Bicho!? ¿Qué bicho?
SOLEDAD: ¿Qué? ¿Hay un bicho? ¿¡Dónde!?
FAUSTI: (Sale de las sábanas gritando) ¡Ahhhh! ¿Bicho? ¡Quitármelo de encima!
Las monjas comenzaron a gritar enloquecidas por “el bicho”
MACU: ¡Ahhhhh! ¡El bicho! ¿Dónde está el bicho?
FAUSTI: ¿Pero quién ha tirado el bicho?
SOLEDAD: Pues no sé, supongo que habrá sido Sor Pilar que es la que lo ha dicho.
FAUSTI: Si, yo conozco muchos dichos, pero ahora estamos buscando el bicho.
MACU: ¡Yo no encuentro ningún bicho!
Sor Pilar estaba fuera escuchando patidifusa el escándalo que habían montado dentro de la biblioteca las monjas.
SOR PILAR: En fin... tontas de remate. No hay nada que hacer por ellas.
En ese mismo momento, un gran grito que provenía de las partes más altas del convento inundó todas las estancias del lugar. Hubo un silencio sepulcral. Era un grito desgarrador.
SOR PILAR: ¡Oh! ¿Qué ha pasado?
MONJA: ¡Ay, no lo sé! Yo estoy aquí rezando. Que susto que me he llevado.
SOR PILAR: No te preocupes, tú sigue ahí rezando. Voy a ver.
La madre superiora subió las escaleras. Sin saber exactamente qué la incitó en hacer aquello, pensó que el primer lugar que debía mirar era su despacho. Se quedó completamente “en bragas” al ver que la puerta de su habitación estaba abierta. Entro corriendo por ella.
SOR PILAR: ¡Eeeey! ¡Niña! ¿Qué ha pasado?
La mujer fue corriendo hasta la habitación de la niña. Entonces se le cayó el alma al suelo con lo que encontró.
Loli yacía en el suelo con un trozo de espejo roto clavado en el pecho. Estaba todo lleno de sangre.
SOR PILAR: No Dios mío.... no, por Dios.
La niña de la carretera ya no estaba. La habitación tenía algo particular y era que todas las cruces que habían en ella estaban ahora colgadas del revés. Eso solo podía significar una cosa, el Maligno habitaba en el cuerpo de esa cría. Y ahora mismo, andaba suelta por el convento en busca de almas en las que alimentarse.

El caos había reinado en el San Felipe. La mayoría de las hermanas del convento se habían congregado en la biblioteca por temor a "La niña de la carretera".
VOZ MEGÁFONO: ¡Atención a todos los hermanos y hermanas! ¡La situación es urgente! Que todo el mundo esté dentro de cualquier estancia cerrada y no salga de ella hasta nuevo aviso, por favor, que nadie salga de su habitación.
(...)
SOLEDAD: Madre mía... la que se está montando. Y eso que es solo una niña.
FAUSTI: Ojalá fuera solo una.
Las hermanas se acercaron hasta la zona de la ventana.
SOLEDAD: ¿Qué ocurre, Faustina?
FAUSTI: ¡Hay decenas... cientos de niños!
(...)
Los niños, con la boca llena de sangre habían comenzado a golpear la cristalera de la biblioteca.
SOLEDAD: Ese cristal no va a aguantar eternamente...
(...)
Macu corría por los pasillos del San Felipe en busca de su hermana.
(...)
SOR PILAR: ¡¡¡Se está muriendo!!!
DORADA: Es mejor que llamemos a la policía, que acaben con esto.
SOR PILAR: Parece mentira que no sepas como son las noches de tormenta en el San Felipe.... incomunicados... si hay tormenta, no hay cobertura.
(...)
El pasillo había sido invadido por decenas de hijos de Satanás.
DORADA: Estamos atrapados...

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario