jueves, 9 de junio de 2011

postheadericon El zoo cap. 20






Estaba amaneciendo. Rosa iba al zoo temprano, para empezar con su primera jornada laboral. Abrió la puerta de entrada del zoo y fue al baño a ponerse su uniforme. Pero se tuvo que detener cuando pasó junto con la parte de los hipopótamos. El camino por el que ella estaba pisando estaba lleno de sangre.

Rosa: ¡Oh!

Desde afuera, su hija estaba haciendo tiempo hasta que se fuera a ir al instituto.

Irene: ¿Mamá? ¿Pasa algo?
Rosa: ¡No entres! ¡No entres hija!

Rosa comprendió lo que había ocurrido. Un hipopótamo, estaba tirado en el suelo, muerto, desangrándose. Alguien le había asesinado. Rosa se puso en contacto con Natalia. Esta, en seguida vino. 

Natalia: No me lo puedo creer...
Rosa: Llegué y estaba ahí. Supongo que alguien se ha tenido que colar por la noche y lo ha matado.
Natalia: Este zoo tiene todas sus entradas y salidas cerradas.
Rosa: Pues dime tu a mí quien ha hecho esto.
Natalia: Y lo más importante ¿cómo?
Rosa: Oye... ¿y si ha entrado por los pasadizos esos de los que se descubrieron hace unos meses?
Natalia: No, tranquila. Al descubrirlo, la guardia civil mandó tapiarlos... con cemento. Y como podrás observar tiraron la fuente y nos pusieron la estatua esa, que por cierto, más sosa no podía ser ¿eh?
Rosa: Hay que avisar a la policía.

Natalia se quedó mirando al animal muerto. Parecía llamarle algo la atención, y así era.

Natalia: ¡Oh! Mira aquello.

La mujer se agachó y cogió un sobre. Natalia conocía perfectamente ese sobre. Era el mismo tipo de sobre donde Celia y Rodrigo les pagaban a sus empleados. Era de un verde un poco característico, con un poco de relieve. Reconocible solo por los empleados. Eso quería decir algo.

Rosa: ¿Qué es?
Natalia: Aquí nos metía el dinero los antiguos directores. Solo podemos tener este tipo de sobre las personas que trabajábamos cuando ellos llevaban este zoo. O sea, tú no. O bien Lola, Paul, yo o... Nacho, pero este último está muerto.
Rosa: ¿Y el propio Rodrigo?
Natalia: Imposible que haya sido el asesino.
Rosa: ¿Entonces?
Natalia: Pues como yo se que yo no he sido, la lista se disminuye en dos personas... Paul y Lola.

Nacho estaba ojeando en los dossiers del Proyecto Maponto. Ahora mismo sabía TODO acerca de ese proyecto. Nacho se levantó del suelo, donde tenía amontonados muchos libros y fue hasta los monitores de enfrente. Si esos monitores podían hacer una videollamada, entonces ahí había cobertura. Nacho sacó el desfigurado móvil de su bolsillo. Para su sorpresa, aún funcionaba.

Nacho: A ver... el teléfono de Paul... era...
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Paul entró al bar. Le pidió una Coca-Cola a Lola y algo para picar.

Lola: Toma, esto es todo lo que tengo... hasta que no pase el camión reponedor.
Paul: Gracias, con esto me basta y me sobra.

Lola se quedó mirando a Paul, con recelo.

Lola: Hay que ser muy hijo de puta para hacerle a una persona que está enamorada hasta las trancas de ti y encima preñada… lo que tu le has hecho a Natalia no tiene perdón que valga.
Paul: ¿Perdón? ¿A qué viene esto?
Lola: Solo te he dado mi opinión sobre el asunto.
Paul: Lola... por favor, no remuevas más mierda. ¿Qué crees, que yo no estoy arrepentido de abandonarla en el altar? Ojalá pudiera cambiar el pasado...
Lola: Pues me temo, machote, que eso no va a poder ser.

La mujer le dio dos palmaditas en el hombro y se fue a la cocina. Mientras Paul se bebía y tomaba lo que la cocinera le había puesto, sonó su móvil. Este lo miró, no podía creer que la persona que ponía ahí en el celular estuviera llamando. ¡Era imposible!

Paul: ¡Está sonando mi móvil! ¡Oh Dios!

Lola salió de la cocina muy asustada.

Lola: ¿Y qué?
Paul: No puede ser...
Lola: ¿¡Qué pasa!?
Paul: Mira el nombre de la persona que llama.
Lola: ¡Oh! Nacho... es imposible... ¡Cógelo!

Paul cogió de inmediato el teléfono.

Paul: ¡Nacho! ¿Nacho? ¿Eres tú?

La comunicación se cortó. Paul maldició mil veces a la operadora.

Paul: ¡Joder! Se ha ido la cobertura de repente. Que pena...

En ese momento, entró Natalia al bar. Con ella venía Rosa.

Natalia: A ver, me gustaría hablar con vosotros.
Paul: ¿Qué pasa?
Natalia: Esta mañana, al entrar a trabajar, hemos hallado el hipopótamo muerto, como ya os habréis enterado.
Paul: Pobre animal... le echaré de menos.
Natalia: Esto es más serio de lo que pensáis. Sé que uno de nosotros fue el que le mató. 

La directora sacó el sobre verde, ensangrentado.

Natalia: Esta noche, nos quedaremos todos en el zoo.
Paul: ¿¡QUÉ!?
Lola: ¿¡QUÉ!?
Rosa: ¿¡CÓMO!?
Natalia: Tengo un plan para pillar al asesino.

La mujer se dispuso a irse, pero antes de hacerlo se volvió para decir una última cosa.

Natalia: ¡Ah! La persona a la que se le ocurra no quedarse esta noche aquí, será la culpable y entonces el o ella mismo o misma se estará delatando. ¡Adiós! 

Cuando Natalia se fue, Rosa, Paul y Lola se miraron las caras.

Lola: Está más que claro quién ha sido... (miró a Paul)
Paul: Te equivocas, yo no soy así.
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Ángela estaba en su habitación del orfanato. Estaba atada a la cama, pues momentos antes, se había puesto a aporrear la puerta y a gritar desesperada. Dentro de la habitación, había un hombre hablando por teléfono, era el encargado del orfanato.

Encargado: Tranquilo... la niña sigue conmigo. Ahora, lo verdaderamente importante es sacaros a ti y a Rodrigo de la cárcel.
Tom: Escúchame, tengo un plan de fuga... pero necesito tu ayuda. Y a poder ser, tenemos que utilizar a la niña.
Encargado: ¿A la niña? ¿Para qué?
Tom: Escúchame, no me dejan salir de mi celda solo para hablar por teléfono una vez al mes. Pero si tengo una visita "familiar" me dejan hasta salir al pasillo, desde donde con un arma que tú me traerías podría escapar corriendo y cargarme a todo el que se cruzara por delante mía y mientras Rodrigo seguiría mis pasos.
Encargado: Pero no entiendo... ¿entonces para qué quieres a la niña?
Tom: La visita de mi dulce hija sacaría la parte más dulce de los guardias y no podrían evitar dejarme ver a la niña.
Encargado: Yo a ese plan le veo muchas lagunas... pero bueno, por intentarlo que no quede, podemos llevarlo a cabo.
Tom: Bueno... te dejo, se acabó mi hora de la llamada. ¡Hasta pronto!



Tom colgó el teléfono dejando al encargado al otro lado de la línea pegado a el. Este, también colgó y guardó su teléfono y antes de salir de la habitación de Ángela, le dijo unas palabras.

Encargado: Nos vas a ser más útil de lo que creíamos, bonita... ¡já ja!
Ángela: ¡SACARME DE AQUÍ! ¡POR FAVOOOOOOOOOOOOOR! ¡AYUDA!
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Antes de que comenzara el plan, Natalia le estaba contando a Rosa este.

Natalia: No estamos seguros. No quiero que nadie salga del zoo solo ni sola. Iremos por grupos ¿De acuerdo?
Rosa: Vale... pero no creo que todo esto sea necesario.
Natalia: ¡¿Tú quieres acabar como el hipopótamo?! Si hay un asesino entre nosotros, le vamos a descubrir.
Rosa: De acuerdo... una cosa, ¿por qué solo me cuentas el plan a mí?
Natalia: Por que tú eres la única persona de la que seguro que no ha matado al hipopótamo, ya que no estabas cuando nos daban los sobres verdes. Confío en tí. El traidor se descubrirá hoy.

Las dos salieron del despacho de la directora y fueron a reunirse al bar con el resto, tal y como habían quedado.

Natalia: Bueno, ya estamos todos.
Paul: ¿Y ahora qué?
Natalia: Ahora a esperar...
Lola: ¿Esperar a qué? Esto... no tiene mucho sentido.
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Nacho salió frustrado del edificio de la isla. No había podido llegar a hablar con Paul. Pero tenía todo el dossier del Proyecto Maponto bajo sus brazos. Todas las respuestas. Iba a hacer llegarlas hasta el zoo.

Nacho: ¡Ehhhhhh! ¡EH! ¡ESTOY AQUÍ!

El chico gritó desesperado al ver pasar un yate frente a la isla.

Nacho: ¡Ayuda! ¡EOOOOO!

El yate se giró y tiro hacia la isla. En el, estaban una pareja de ancianos, que al parecer estaban celebrando sus bodas de oro. 

Anciana: Sube corazón. ¡Qué pintas tienes! ¿Qué hacías en esta isla abandonada?
Nacho: Si yo le contara... ¡Llevarme a la costa! Lo más cerca de Barcelona.
Anciano: De acuerdo. Tampoco estamos tan lejos.

La noche pasaba en el bar, y el asesino no aparecía. Justo cuando ya iban a tirar la toalla, sonaron los gruñidos de los leones. Los animales habían enloquecido. Natalia, Rosa, Lola y Paul salieron corriendo del restaurante y fueron hasta allí... pero tarde. En el momento que ellos llegaban, solo pudieron ver a una persona encapuchada marcharse de allí corriendo... y con una gran hoz ensangrentada.

Lola: ¡Oh! ¡¿Qué ha hecho ahora?!
Rosa: ¡Asesino! ¡Huye ahora! ¡¡¡COBARDE!!!

Los cuatro se acercaron hasta la jaula de los leones y observaron como una de las crías había sido degollada por el asesino. 

Paul: ¡Te lo dije! Mientras tú nos retenías en el bar creyendo que nosotros éramos los asesinos, han vuelto a matar. ¡Por tu culpa! 
Lola: ¡Es verdad! Vaya mierda de plan que tenías ¿eh?
Natalia: No. Aunque os parezca mentira, todo ha salido como yo quería. Ya sé quién es el asesino.

Flashback
Natalia: Y entonces el asesino no podrá entrar por ningún lado... a menos que sepa que a cinco metros de la verja, entre los matorrales, hay un escape, un agujero en la verja del que se puede entrar o salir. ¡Oh! Que torpe que soy... no debí haberte dicho esto.
Rosa: Tranquila, no se lo diré a nadie.
Natalia: Por lo visto, anoche el asesino saltó la verja, porque me he fijado y hay un trozo de ropa arriba de la puerta. Se debió quedar enganchado... ahora le pillaremos así.
Rosa: ¿Pero tú sabes quién? ¿Crees que podría matarnos a nosotros?
Natalia: No estamos seguros. No quiero que nadie salga del zoo solo ni sola. Iremos por grupos ¿De acuerdo?
Rosa: Vale... pero no creo que todo esto sea necesario.

Cuando Rosa y Natalia iban en dirección al bar...

Rosa: ¡Voy un momento al baño!

Rosa fue al baño y entró en el. Cogió su móvil y llamó.

Rosa: ¡Que tontos hemos sido! En vez de saltar la verja podrías haber pasado por un escape que hay a unos metros, a ras del suelo entre los matorrales.
Fabio: Probaré hoy por ahí.

Natalia fue hasta la verja y se asomó por el agujero de entre los matorrales y entonces vio sangre en el suelo, como si el asesino se hubiera deslizado por el. Entonces su plan había funcionado. Natalia sospechaba de Rosa, por eso le tendió la trampa de decirle un lugar seguro por el que el asesino pudiera entrar, sabiendo que esta iba a dar el chivatazo. El lugar solo lo sabía Natalia, porque ella misma lo había echo horas antes, para preparar la trampa. O sea que era imposible que el asesino lo hubiera descubierto. Entonces estaba claro, Rosa era la chivata, la traidora.

Rosa: ¿Y bien? ¿Quién es el asesino?
Natalia: Me sorprende que no lo sepas...
Rosa: ¿Quién? 
Natalia: Rosa, estás despedida.
Rosa: ¿Qué?
Natalia: No sé quién ha sido tu cómplice en todo esto pero está claro que no me has engañado como tú querías. Es muy triste, hoy has tenido que recurrir a una 2ª persona que hiciera el crimen delante de todos nosotros para que así yo no sospechara de ninguno de vosotros. Pero hay algo que no me cuadra.
Lola: ¡El sobre! ¿Cómo lo conseguiste?
Rosa: Yo... lo del sobre... fue pura casualidad...
Natalia: No, no lo fue. El sobre lo cogiste de mi despacho. ¡ME HAS ESTADO ROBANDO! ¿Y por qué quieres matar a los animales? ¿¡EH!? ¡ZORRA! 

Natalia abofeteó a Rosa.

Rosa: ¡Ah!

Rosa cayó de espaldas al suelo. Lola cogió un rastrillo del césped.

Lola: ¡HIJA DE PUTAAAAAAAAAAAA!

Lola le atizó con el rastrillo en toda la cabeza. La mujer perdió el conocimiento. Todos se asustaron.

Lola: Ay mai... la hemos matado...
Natalia: Lo tiene merecido... ¡ah!
Paul: ¿Qué te ha pasado?

Natalia también se cayó de espaldas. Le dolía un montón el estómago.

Natalia: ¡MI HIJOOOOOOO!



Rosa: Déjalo, por favor, no quiero que me humillen más. Bastante he tenido por hoy.
Paul: ¡Que no! Oye... yo te creo ¿vale? supongo que debes de tener algún motivo para hacer lo que has hecho.

(...)

Natalia: jajajajaja ¿me pides tú eso a mí después de todo lo que has hecho?
Rosa: No te lo pido, te obligo a que me readmitas como cajera.
Natalia: Vamos a ver... ¿por qué tendría que hacerlo?

Rosa pegó un silbido. Un coche pasó por delante de las puertas del zoo.

Rosa: Asómate a el.
Natalia: ¿?
Rosa: Vamos, sin miedo.

Natalia fue hasta el coche. Cuando estuvo a cinco metros de el, la ventanilla de la parte trasera se abrió y vio a su hija.

1 comentarios:

Becker dijo...

¡Capitulazo! ¡Nacho ha podido salir de la isla! ¡Natalia ha descubierto a Rosa pero no a Fabio! Puto Fabio, no se porque acaba con los animales, espero encontrarle explicacion en el próximo capi. Bueno pues eso. Muy buen capiitulo. Voy con el siguientee.!