jueves, 16 de junio de 2011

postheadericon El zoo cap. 21







Nacho estaba sentado en la popa del yate de la pareja anciana. Estaban los tres sentados jugando al cinquillo mientras el capitán del yate iba al timón. La mujer se llamaba Pepa y el se llamaba Luís.

Pepa: ¡Venga! ¡Te toca sacar, Luís!
Luís: Que sí... que ya voy... (echa carta)
Pepa: ¡Pero no eches esa, hombre!
Luís: ¿Por qué?
Pepa: Porque fastidias la partida... En fin, te toca a ti Ignacio.
Nacho: Voy... (echa)
Pepa: Así me gusta... bueno, como te estaba contando. Bernarda se fue a vivir a París. Quería trabajar en una floristería. Ya ves tú que tontería irse a París a trabajar en una floristería cuando en España las hay mejores y más bonitas... pero en fin. 
Nacho: ¿Quién es Bernarda?
Luís: Nuestra hija. Querida, te toca echar.
Pepa: ¡Ya lo sé! (echa) ¡Entonces! Allí conoció a Julio, el del taller de la calle donde estaba la floristería en París. ¿Lo conoces? ¿Sabes cuál calle es?
Nacho: ¿Eing? ¡No! No lo conozco...
Luís: Querida, ¿cómo lo va a conocer?
Pepa: Pues conociéndolo. Y tú te callas, que la historia la estoy contando yo. Mira, voy a buscar un callejero que tengo de París y te enseño la calle.

La mujer se levantó a buscar el callejero. Nacho estaba sentado sobre el libro negro del Proyecto Maponto, para que ninguno de los ancianos lo viera y lo cogiera. Pero a Pepa no le pasó desapercibido que el estuviese sentado sobre un libro.

Pepa: ¡Pero qué haces ahí sentado...! Te vas a quedar el culo cuadrado... ¡Levántate de ahí!
Nacho: ¡NO!
Pepa: Anda ¡levanta!
Nacho: ¡Que no, señora! El médico me recomendó que me sentara sobre un libro... es que... es que tengo problemas... de la columna...
Pepa: ¿De la columna?... ¿Te crees que soy tonta? Bueno... (se sienta a seguir jugando y se olvida del callejero) ¡Bueno...!

Un largo silencio...

Nacho: ¿Cuánto tiempo queda para llegar a la costa?
Luís: ¡Capitán! ¿Cuánto queda?
Capitán: Como dos horas o por ahí...
Pepa: ¡Pues eso, ya lo has oído! Cuatro horas... ahora te voy a contar como decidimos celebrar nuestras bodas de oro en alta mar... jejeje...
Nacho: Ay señor... ¿qué he hecho yo para merecerme esto?
Pepa: Deja al señor tranquilo y echa carta, que te toca.

Tanto Rosa como Natalia se habían recuperado ya de sus respectivas caídas/golpes. Natalia era la que peor lo llevaba, puesto que a ella no le habían dado un golpe: se había caído porque le empezó a doler el estómago.

Lola: ¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos a que te vean?
Natalia: No. El otro día fui yo a la revisión de los 7 meses... tranquila, estoy bien.

Natalia se levantó. Se iba a su despacho. Rosa empezó a perseguirla, mientras esta le echaba un sermón.

Natalia: Rosa, ya está todo dicho, vete de este zoo ahora mismo.
Rosa: Por favor, Natalia, todo tiene una explicación.

Natalia se enfadó y la miró de frente.

Natalia: ¿Ah sí? ¿Qué explicación me puedes dar tú para que hayas sido cómplice del asesinato de dos animales del zoo?
Rosa: Es que... no puedo contártelo. ¡Lo siento!
Natalia: Pues adiós... ¡ah! y cierra la puerta al salir.

Así hizo Rosa. Salió del despacho de Natalia. Cuando iba de camino para marcharse del zoológico, se topó con Paul por el camino.

Paul: ¡Eh!
Rosa: Déjalo, por favor, no quiero que me humillen más. Bastante he tenido por hoy.
Paul: ¡Que no! Oye... yo te creo ¿vale? supongo que debes de tener algún motivo para hacer lo que has hecho.
Rosa: ¿Y qué se supone que he hecho?
Paul: Pues el chivatazo. Por tu culpa mataron a los animales.
Rosa: No tengo tiempo, Paul, de verdad.

Paul la detuvo. Posó las manos sobre su cintura y la besó tímidamente. El beso fue largo. Justo en ese momento, Natalia abrió la puerta del despacho y se encontró con el pastel. Se sintió muy dolida.

Natalia: ¡Fuera de aquí te he dicho! ¡Venga ya!
Rosa: Perdón, ya me iba.
Paul: ¡Luego te llamo!
Rosa: ¡Vale!

Rosa se marchó. Natalia se dirigió a Paul.

Natalia: ¿En serio vas a quedar con ella?
Paul: ¿Y por qué no? Ya soy libre... ¿no?
Natalia: Por supuesto, tu puedes hacer con tu vida lo que te salga de los huevos.
___________________________________________________________

Los ancianos del yate habían dejado a Nacho en el puerto. Este, iba con el libro del proyecto Maponto bajo sus brazos. Tenía que llegar al zoo como fuera. Pero el problema es ¿cómo? le habían dejado en Barcelona, el Safari estaba a las afueras. Este deambuló por la ciudad, pero algo llamó su atención, al pasar por delante de un orfanato, vio como el encargado de este salía con una niña y se montaban en el coche.

Nacho: ¿....Ángela....?

La había reconocido. La niña era Ángela. El coche arrancó. Iba de camino a la cárcel. Se iba a llevar a cabo el plan de fuga de Tom. Por el camino.

Ángela: ¡Suéltame!
Encargado: Estate calladita, si colaboras y haces lo que te he dicho podrás volver con tu madre.
Ángela: ¡Mentira!
Encargado: Escucha, te lo juro.
Ángela: ¡SUÉLTAME!

El encargado se estaba empezando a hartar.

Ángela: ¡AHHHHHHHHH!

El encargado del orfanato miró hacia el asiento de atrás, iba a darle un bofetón a la niña para que se callara, cuando sonó su teléfono móvil...

Rosa: Escúchame. Quiero que des la vuelta y regreses al orfanato. No vayas a la cárcel.
Encargado: ¿Por qué?
Rosa: Porque necesito que mañana por la mañana me hagas un favor... y necesito a la niña para ello... y no puede pasarle nada. Quiero que mañana por la mañana traigas a la niña al zoo en coche. ¿Estamos?
Encargado: De acuerdo...

Mientras tanto, en la cárcel, Tom y Rodrigo estaban esperando a que el encargado del orfanato llegara a rescatarlos.

Rodrigo: ¿Cuándo coño piensa venir?
Tom: Habíamos quedado ahora... estará al llegar, paciencia.
Rodrigo: Tom, mi paciencia tiene un límite.

Tom se enfadó y golpeó la litera de la celda.

Tom: ¿¡Y qué coño quieres que haga yo!? ¡Estamos aquí encerrados por tu culpa! Por tu maldita incompetencia... semejante inútil...
Rodrigo: Mira quién fue a hablar... ¿qué fue de tu zoo? ¿VillaNovina se llamaba verdad? ¿Ha quebrado no? Al menos el Safari sigue funcionando...
Tom: Pero te lo han quitado de las manos, por imbécil.
Rodrigo: No me toques las narices, Tom.
Tom: Tu no eres mi superior.
Rodrigo: Claro que no, nadie ha visto la cara jamás del líder del Proyecto Maponto. Nadie le ha visto la cara al fundador del proyecto.

Rodrigo se giró y sacó algo de su bolsillo.

Tom: ¿Qué llevas ahí?

Rodrigo dio un giro rápido y clavó una navaja en el estómago de Tom.

Rodrigo: Jódete (meterla mas adentro) ¡Cabrón!
Tom: (cae al suelo) Hijo... de... pu...pu..

Tom murió. Rodrigo dejó el cuerpo en el suelo y llamó a los guardias. Estos vinieron y vieron el cadáver de Tom y Rodrigo mientras se había escondido debajo de la litera. Los guardias entraron en la celda a recoger el cadáver.

Guardia 1: ¿Dónde está el otro?
Guardia 2: ¡No lo sé!

De repente, Rodrigo salió de la litera y clavó la navaja a los dos guardias, aprovechó que la puerta de la celda estaba abierta y salió corriendo. Luego solo tuvo que cargarse a unos cuantos más y seguir corriendo por toda la cárcel en dirección a la salida.



Rosa estaba sentada en el restaurante del zoo. Esperaba a Paul. Mientras, estaba hablando con Lola, que les estaba preparando la cena.

Lola: Anda que no has tenido suerte tú ni ná...
Rosa: ¿Por?
Lola: Tú las matas a las callás... hizo bien Natalia en ponerte al fresco.

Rosa se levantó y fue hacia la barra.

Rosa: Mira, tu no sabes nada de mí, así que mejor cállate la boca.

Lola apoyó con tanta fuerza el vaso de cristal que estaba lavando contra la encimera que lo rompió en mil añicos.

Lola: Mira bonita, a mí no me toques las narices porque te vas ahora mismo de este bar.

Paul entró en ese mismo momento en el bar.

Paul: ¿Qué pasa aquí?
Lola: Nada... estábamos hablando. Iros sentando, ahora mismo os sirvo la cena.

Los dos se sentaron.

Rosa: Vaya... gracias por no darme de lado Paul.
Paul: Yo te creo. No creo que fueras una asesina.
Rosa: Ya me lo dijiste antes.
Paul: Pero aún así... la cosa no cuadra. Dime, ¿por qué querías hacer todo esto?

Rosa apoyó el bolso en el suelo, detrás de su silla. Lola se fijó en que unos papeles salían del bolso. Le llamaron la atención, en los papeles estaba el logotipo del Proyecto Maponto. Estaba claro, Rosa estaba con ellos. 

Paul: Voy un momento al baño... ¡que no aguanto!

Paul salió corriendo al baño. En ese mismo instante, Rosa recibía una llamda al móvil. Lola se agachó detrás de la barra, para que no pudiera verla y así podría oír la conversación. Tras Rosa asegurarse de que no había nadie para escuchar, descolgó la llamada.

Rosa: ¿Y bien?
Rodrigo: Estoy fuera de la cárcel. Pero no sabes lo que he tenido que hacer para salir... he tenido que matar a...
Rosa: Ni me lo cuentes, no quiero saberlo. 
Rodrigo: Rosa... he matado a tu marido... a Tom...
Rosa: ¡Oh! Que pena más grande... no sabes las ganas que tengo de llorar...
Rodrigo: En fin. Eso no es todo... el encargado del orfanato no apareció por allí para llevar a cabo nuestro plan de fuga... menudo traidor
Rosa: No es un traidor. Yo le pedí que no fuera allí con la niña. Porque le he dicho que mañana la traiga aquí al zoo.
Rodrigo: ¿Puedo ir yo también con ellos?
Rosa: Sí. Quiero que mañana por la mañana ostraigasis a la niña en coche al zoo. ¿Estamos?
Rodrigo: Sí señora, es para mí un gusto llevar a cabo un plan con una de las descubridoras del Proyecto Maponto.

Rosa colgó el móvil y sonrió. Lola lo había escuchado todo.

Lola: Dios mío, hemos traído al mismísimo demonio en persona al zoo.



Natalia estaba sentada en la estatua, tras despedir a Rosa, necesitaba una nueva cajera. ¿Pero quién? Y también necesitaba a alguien que cubriera el puesto de Nacho. Paul se acercó en ese mismo momento a ella y esta le dedicó unas palabras.

Natalia: ¿Qué tal tu cena?
Paul: Muy bien... gracias por preguntar.

A la misma vez que Paul se marchó, Rosa entró por las puertas del zoo.

Natalia: Que te folles al que le echa de comer a los animales no te da derecho a que pongas un pie en mi zoo. Creo que las cosas ya quedaron suficientemente claras ayer. No te quiero aquí.
Rosa: (en tono despectivo) Natalia, corazón, no te estreses... yo solo venía a decirte que me incorporo de nuevo a mi puesto de cajera.
Natalia: jajajajaja ¿me pides tú eso a mí después de todo lo que has hecho?
Rosa: No te lo pido, te obligo a que me readmitas como cajera.

Natalia estaba a punto de arrimarle un tortazo a esa mujer.

Natalia: Vamos a ver... ¿por qué tendría que hacerlo?

Rosa pegó un silbido. Un coche pasó por delante de las puertas del zoo.

Rosa: Asómate a el.
Natalia: ¿?
Rosa: Vamos, sin miedo.

Natalia fue hasta el coche. Cuando estuvo a cinco metros de el, la ventanilla de la parte trasera se abrió y vio a su hija. Tenía la boca tapiada. Y estaba agarrada por Rodrigo. Natalia no podía creer lo que estaba viendo. Fue a intentar abrir el coche, pero Rosa, que estaba detrás la agarró fuerte por los pelos, el tiempo suficiente que tuvo el coche para marcharse.

Natalia: ¡Mi hija! ¡NO TE LA LLEVES! ¡No te la lleves por favoooooooooor!
Rosa: ¿Ahora entiendes las cosas?
Natalia: Eres una gran hija de puta.
Rosa: Yo quiero seguir en este zoo y mis planes son follarme a tu ex novio... sí a tu querido Paul y de ahí haré una cosa. Una cosa muy importante para el proyecto... pero ¿Sabes que es lo mejor? ja ja. Que TÚ no podrás decir a nadie que te he amenazado y que tengo a tu hija. 

Si la situación estaba tensa, para colmo, Rosa sacó una pistola y apuntó a Natalia a la cabeza.

Rosa: ¿Me he explicado lo suficientemente claro?

Natalia asintió levemente. Ni Rosa ni Natalia lo sabían , pero había una tercera persona que estaba al tanto de todo lo ocurrido, y era Lola que estaba escuchando desde detrás de la fuente todo... 
_____________________________________________________________

Nacho, que llevaba todo el día viajando, con el libro con toda la información del Proyecto Maponto bajo el brazo, por fin estaba más cerca del Zoo Safari que nunca. Estaba en el cruce de la carretera y se podía ver ya en el cartel: "Zoo Safari - 3 Kilómetros".

Nacho: Por fin se van a poder enterar de la verdad...



Fabio: Rodrigo, estoy a punto de coger al chico que huye con el libro.
Rodrigo: Pues atrápalo ya. No tengo todo el día. Si la gente descubre cuales son nuestros planes, si alguien leyera "la fase 3" del Proyecto Maponto, estaríamos perdidos.
Fabio: No te preocupes, yo me encargo de que este chico no salga con el libro a ningún lado.

(...)

Rodrigo y Ángela llegaron a la sala donde estaban esperando la pareja que iba a adpotar a la niña.

Mujer: ¡Que niña más guapa!
Hombre: Hola bonita.
Ángela: Hola.
Mujer: Vamos a ser tus nuevos papás. Yo seré tu nueva mamá y el tu nuevo papá.

0 comentarios: