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jueves, 8 de julio de 2010
El zoo cap. 24
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Ángela estaba subida a un escalón que había a mitad de pared en el patio del matrimonio Cortés Gonzalez. Los perros estaban abajo, ladrando y esperando que esta bajara para comérsela.
Juan: ¡Vamos niña! ¡Baja de ahí!
Ángela: ¡No! Que me van a comer.
Juan: ¡Qué bajes de ahí te he dicho! Soy tu padre, ¡hazme caso!
Ángela: ¡Tú estás loco!
Anastasia: Niña, ¡QUE BAJES!
Ángela: ¡Ayudaaaaaa! Ayuda. ¡Ayuda por favor!
La niña gritaba y gritaba, con la esperanza de que alguien la oyera y la sacase de esa... pero eso era algo que no iba a pasar. De repente, los perros se cayeron al suelo. De golpe y a la misma vez. Estaban muertos.
Juan: ¿Qué ha pasado?
Anastasia: ¡Yo que sé!
Juan entró al patio y se acercó a los perros, sí, definitivamente estaban muertos... pero ¿que habría podido pasar? Anastasia cogió a Ángela por los pelos y la arrastró hasta la puerta del sótano, allí la soltó con fuerza y la hizo caer escaleras abajo.
Fabio estaba la mansión de su madre, María Shaw. Hacía tiempo que no pasaba por allí. Y ahora, estaba allí, con el cadáver de su anciana madre. Lo tenía sobre una mesa. Estaba cosiendo algo a su cara.
Fabio: Estarás preciosa... cumpliré el ritual, te lo prometo… lo cumpliré.
Paul terminó de atar la soga al árbol, trepó por el mientras recordaba recuerdos del pasado. Viejos recuerdos felices, en los que el y Natalia lo habían pasado mejor que nunca. Ahora, nada era así, Natalia le despreciaba y no tenía a nadie en el mundo que le quisiera... ni a su madre, ni a su padre.
Paul: Hasta siempre...
Natalia: ¡No!
Natalia estaba frente a el, en el suelo, al pie del árbol. Tenía una pistola en sus manos, se estaba a puntando a la sien.
Natalia: ¡Si tú te suicidas, yo voy contigo! Total, ya no me queda nada en este mundo... mi hija supongo que estará muerta, este bebé que crece en mi interior, que sin ti ya no es nada para mí… ya solo me quedas tú. No lo hagas... por favor.
Paul: Pero... ¿no estabas enfadada conmigo?
Natalia: ¿Y esa es razón para que te cuelgues de un árbol y te ahorques?
Paul: Para mí si es razón.
Natalia: Anda... baja de ahí.
Mientras Paul bajaba del árbol, a Natalia le empezó a sonar el teléfono móvil. Esta lo cogió, era Lola.
Natalia: ¿Qué ocurre?
Lola: ¡Se ha despertado! ¿Qué hago?
Natalia: Mantenla encerrada, como hasta ahora.
Lola: Natalia, vuelve aquí, por favor... esta mujer me da miedo.
Natalia: Ya voy...
_______________________________________________________________
Rosa estaba encerrada en una habitación. Había oído toda la conversación que habían tenido Lola y Natalia por teléfono. Rosa observó, que en la parte superior de la pared del frente, casi pegado al techo, había una ventana que daba con una parte pública del zoo. Rosa se asomó a la ventana.
Rosa: ¡Ayuda! ¡Ayuda!
Niño: ¿Hola?
Rosa: ¡Hola! Llama a tus padres, rey, me tienen aquí encerrada y necesito salir.
Niño: ¡Voy!
El niño vuelve al cabo de un rato con sus progenitores.
Madre: ¿Qué le ocurre?
Rosa: La directora del zoo... que me ha encerrado.
Los padres se alarmaron.
Padre: No se preocupe, ahora mismo llamo a la Guardia Civil.
Rosa: ¡No! Policía no... por favor.
Madre: ¿Entonces?
Rosa: ¡Sáquenme de aquí! ¡La directora está loca, me quiere matar! -mintió.
En ese preciso instante, llegaban Natalia y Paul, que estaban entrando por la puerta del zoológico. Natalia se estaba limpiando las lágrimas, pues por el camino había estado llorando porque había estado a punto de perder a Paul. La mujer, tiró la soga al suelo y continuó su camino.
Natalia: Paul… si te llega a pasar algo… estoy embarazada, no me sientan nada bien estos disgustos.
La madre se acercó hasta Natalia.
Madre: ¿Oiga?... ¿es usted la directora, no?
Natalia: Sí. ¿Qué ocurre?
Madre: Esta mujer, que dices que la tienes encerrada y la quieres matar.
Natalia vio a Rosa por la ventana.
Natalia: Disculpen... sigan viendo los animales, no se preocupen por esto.
El matrimonio siguió su tour por el zoo, aunque estaban un poco preocupados. Natalia entró al bar y se encontró con Lola.
Lola: La tengo bien encerrada....
Natalia: ¿Eres tonta? ¿Como la pones en una sala que tenga una ventana de cara al zoo?
Lola: ¡Es la despensa del bar!
Natalia sacó una pistola.
Natalia: Sácala de la despensa. Vamos a hacerla hablar a la fuerza.
Paul: Oye... ¿de dónde has sacado tú la pistola?
Lola: ¡Eso!
Natalia: Pues no sé, dímelo tú. Estaba escondida en la caja fuerte de tu madre, en dirección.
Paul: Puede ser también de Rodrigo... ¿no?
Natalia: Paul... no te hagas el tonto, sabes perfectamente que la caja fuerte era de tu madre, además, creo que Rodrigo no sabía nada de su existencia.
Lola regresó con Rosa.
Rosa: ¿Qué me vais a hacer? ¿Ma...matarme? ¡Ja ja! No lo creo... al menos no si quieres seguir viendo con vida a tu hijita.
Natalia se enfadó. Quitó el seguro del arma y apunto a la cabeza a Rosa. Apretaba la pistola contra su frente.
Natalia: Llévame a ella o te vuelo los sesos.
Natalia estaba a punto de disparar... Al final, Rosa cedió.
Rosa: ¡Está bien! No se donde está exactamente. Solo sé que la dieron en adopción en un orfanato donde la llevamos.
Natalia: ¿¡Qué!?
Rosa: Hay que ir al orfanato y preguntar allí quién se la llevó.
Natalia: Vosotros quedaros aquí, en el zoo, yo me voy con ella. No volveré sin mi hija, os lo aseguro.
Lola: Descuida... nosotros nos quedamos aquí.
Natalia se montó en un coche con Rosa. Iban al orfanato. Mientras tanto, Lola y Paul se quedaron en la cocina del bar.
Paul: ¿Para qué me traes aquí?
Lola: Para ver esto...
Lola sacó el libro negro de debajo de la encimera.
Lola: Es el libro del Proyecto Maponto. Por fin podremos saber toda la verdad.
___________________________________________________________
El matrimonio Cortés estaba discutiendo en el salón. Ángela estaba con la oreja pegada a la puerta del sótano. Estaba intentado oír todo lo máximo que podía.
Anastasia: ¡Que no lo sé! ¿Cuántas veces quieres que te lo diga? ¡NO SÉ COMO COÑO HAN MUERTO LOS PERROS!
Juan: Esto es muy raro...
Anastasia: ¿Y qué? ¿Creés que yo tengo la culpa?
Juan: Sí.
Anastasia: ¡Pero bueno! ¡Tú estás delirando! Si hacían bien cuando te encerraron en el manicomio...
Juan: A tí también te encerraron.
Anastasia: Pues si nos encerraron, no sé que hacemos fuera de el.
Juan: Porque nos fugamos...
Anastasia: ¡Oh! Que emocionate... ja ja.
Juan se estaba hartando de Anastasia.
Juan: ¡Me tienes hasta los cojones!
El hombre empujó a Anastasia hacia la chimenea. La mujer cayó dentro, hacia el fuego. Se estaba quemando viva.
Anastasia: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡HIJO DE PUTAAAAAAAAA!
Juan: Ja ja ja ja ja ja ja ja...
Anastasia: ¡Noooooooooooooooo!
Anastasia parecía estar ya consumida por las llamas. En ese momento a Juan le estaba empezando a remorder la conciencia. Ángela seguía escuchando detrás de la puerta del sótano.
Ángela: ¡Dios mío! ¡Están locos!
Juan fue a la cocina. Cogió un cuchillo enorme. Lo puso frente a su boca... y de un golpe se lo metio por esta con toda su fuerza, atravesándole la mandíbula y saliendole por la nuca. Había muerto, se suicidó.
Ángela: ¿Hola?
La niña estaba sola en la casa, muy atemorizada y para colmo, encerrada en el sótano.
Lola y Paul estaban leyendo el contenido del libro negro.
Lola: ¡Que fuerte! Ya entiendo el porqué de los zoos...
Paul: Sí... Y por eso en el proyecto hay zoológicos de varias partes del planeta...
Lola: Necesitan animales de todas partes para cruzar especies, para conseguir nuevos animales, mutaciones... que según así (lee) puedan sobrevivir en una atmósfera exterior a la Tierra.
Paul: ¿Para qué quieren llevar unos animales asesinos a otro planeta?
Lola: A otro planeta no, a la Luna. Y ya han intentado ir. Mira esto, aquí dice que hubo un viaje al satélite, pero que... ¡¿qué se chocó con un asteroide de dimensiones desconocidas!?
Paul: Dios mío... ¿un asteroide? ¿cerca de la Tierra?...
Lola: Oye, que eso pone aquí. Mira (señaló)
Paul: Empezaremos de cero, organizaremos otro viaje en una nave a la Luna, dejaremos los animales y observaremos como evolucionan... dos meses más tarde, si todo va bien, podremos enviar... ¡humanos! a la Luna, pero humanos que tendrían el mismo tipo de célula para sobrevivir en otra atmósfera...
Lola: Imagina el dinero que podrían ganar si consiguen la forma de que la especie humana pueda sobrevivir fuera de nuestro planeta.
Paul: ¡Se harían ricos! Una empresa multimillonaria...
Paul: ¿A qué día estamos?
Lola: 9 de octubre.
Paul: Dios mío... en 9 días, es cuando intentarán secuestrarnos.
Lola: Vamos a la policía. ¡YA! ¡Estos están locos! Además, son muchos, están por todas partes del mundo.
Paul: Hay que denunciarles, quieren hacerse ricos a costa de experimentar inhumanamente con gente.
______________________________________________________________
Natalia y Rosa llegaron al orfanato. Entraron por las puertas.
Rosa: Es aquí.
Natalia: Vamos.
Se acercaron a una mujer que estaba en un mostrador.
Natalia: Hola, quería saber información sobre la familia que ha adoptado a una niña... Se llama Ángela y...
Mientras Natalia hablaba con la mujer, en un descuido, Rosa se separó de ella y fue hasta un lugar donde estaba Rodrigo.
Rodrigo: ¿La has traído aquí?
Rosa: Sí. Ahora solo hay que seguir con el plan.
Rosa fue al pasillo y llamó la atención de Natalia.
Rosa: ¡Natalia! Tu hija está aquí. ¡VEN!
Natalia picó el anzuelo y fue corriendo hasta la habitación. Entró y para su sorpresa, Rodrigo se le echó encima de golpe y le quito el arma. Después cerró la puerta de la habitación.
Rodrigo: Vamos a ser claros. Si quieres volver a ver a tu hija con vida tendrás que hacer lo que te digamos.
Natalia: Pero si mi hija no está aquí... ¡Me has tendido una emboscada! (hacia Rosa) ¡Maldita zorra! ¡para eso me has traído aquí!
Rodrigo: La niña está en casa de un matrimonio enloquecido. Se escaparon hace algún tiempo de un manicomio... No le conviene mucho a Ángela seguir allí mucho tiempo... más que nada, es su vida la que estaría en juego... pero podemos sacarla de allí. Solo si haces lo que te digamos.
Natalia: ¿Qué tengo que hacer?
Rosa sonrió.
Rosa: Debes traernos de vuelta el libro negro...
Rodrigo: Y matar a tus amigotes... sí. A la cocinera y a tu noviete... Cuanto más tiempo tardes en traernos el libro, más tiempo estará tu hija con esos locos y más probabilidades tiene de que la maten. Si haces todo lo que te hemos dicho, te podrás reencontrar con tu hija. Tienes nuestra palabra. ¿Ha quedado todo claro?
Natalia estaba llorando. Asintió levemente mientras una lágrima recorría su mejilla. Pero quizás era algo tarde para que Natalia consiguiera el libro y matase a sus amigos... pues estos estaban entrando ya por la puerta de la comisaría de policía. Se acercaron al comisario.
Comisario: ¿Querían algo?
Lola y Paul: Queríamos denunciar algo.
Y en ese mismo instante, también, Fabio estaba entrando por el zoo... con el cadáver de María Shaw en brazos... pero ¿qué es lo que quiere hacer? ¿qué clase de ritual?
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Lola: Descuida... nosotros nos quedamos aquí.
Natalia se montó en un coche con Rosa. Iban al orfanato. Mientras tanto, Lola y Paul se quedaron en la cocina del bar.
Paul: ¿Para qué me traes aquí?
Lola: Para ver esto...
Lola sacó el libro negro de debajo de la encimera.
Lola: Es el libro del Proyecto Maponto. Por fin podremos saber toda la verdad.
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El matrimonio Cortés estaba discutiendo en el salón. Ángela estaba con la oreja pegada a la puerta del sótano. Estaba intentado oír todo lo máximo que podía.
Anastasia: ¡Que no lo sé! ¿Cuántas veces quieres que te lo diga? ¡NO SÉ COMO COÑO HAN MUERTO LOS PERROS!
Juan: Esto es muy raro...
Anastasia: ¿Y qué? ¿Creés que yo tengo la culpa?
Juan: Sí.
Anastasia: ¡Pero bueno! ¡Tú estás delirando! Si hacían bien cuando te encerraron en el manicomio...
Juan: A tí también te encerraron.
Anastasia: Pues si nos encerraron, no sé que hacemos fuera de el.
Juan: Porque nos fugamos...
Anastasia: ¡Oh! Que emocionate... ja ja.
Juan se estaba hartando de Anastasia.
Juan: ¡Me tienes hasta los cojones!
El hombre empujó a Anastasia hacia la chimenea. La mujer cayó dentro, hacia el fuego. Se estaba quemando viva.
Anastasia: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡HIJO DE PUTAAAAAAAAA!
Juan: Ja ja ja ja ja ja ja ja...
Anastasia: ¡Noooooooooooooooo!
Anastasia parecía estar ya consumida por las llamas. En ese momento a Juan le estaba empezando a remorder la conciencia. Ángela seguía escuchando detrás de la puerta del sótano.
Ángela: ¡Dios mío! ¡Están locos!
Juan fue a la cocina. Cogió un cuchillo enorme. Lo puso frente a su boca... y de un golpe se lo metio por esta con toda su fuerza, atravesándole la mandíbula y saliendole por la nuca. Había muerto, se suicidó.
Ángela: ¿Hola?
La niña estaba sola en la casa, muy atemorizada y para colmo, encerrada en el sótano.
Lola y Paul estaban leyendo el contenido del libro negro.
Lola: ¡Que fuerte! Ya entiendo el porqué de los zoos...
Paul: Sí... Y por eso en el proyecto hay zoológicos de varias partes del planeta...
Lola: Necesitan animales de todas partes para cruzar especies, para conseguir nuevos animales, mutaciones... que según así (lee) puedan sobrevivir en una atmósfera exterior a la Tierra.
Paul: ¿Para qué quieren llevar unos animales asesinos a otro planeta?
Lola: A otro planeta no, a la Luna. Y ya han intentado ir. Mira esto, aquí dice que hubo un viaje al satélite, pero que... ¡¿qué se chocó con un asteroide de dimensiones desconocidas!?
Paul: Dios mío... ¿un asteroide? ¿cerca de la Tierra?...
Lola: Oye, que eso pone aquí. Mira (señaló)
Paul: Empezaremos de cero, organizaremos otro viaje en una nave a la Luna, dejaremos los animales y observaremos como evolucionan... dos meses más tarde, si todo va bien, podremos enviar... ¡humanos! a la Luna, pero humanos que tendrían el mismo tipo de célula para sobrevivir en otra atmósfera...
Lola: Imagina el dinero que podrían ganar si consiguen la forma de que la especie humana pueda sobrevivir fuera de nuestro planeta.
Paul: ¡Se harían ricos! Una empresa multimillonaria...
Libro negro
Lo primero que hacemos, es recoger animales de los distintos zoos del planeta... integrarles la Célula Z (la que les haría sobrevivir en el exterior). Lo haríamos en unos laboratorios construídos debajo de cada zoológico, para que solo sea coger el animal del zoo y llevarlo abajo, lo más cerca posible. Pero hay un inconveniente, al inyectar la Célula Z, esta, puede llegar a crear mutación en dicha especie, incluso agresividad, por ello, hemos "comprado" una isla abandonada, a la que hemos bautizado como "Isla luna". Hemos instalado una pequeña base allí y aquel será el lugar donde tengamos a los animales "conviviendo". Cuando llegue el día, los enviaremos a la Luna. Si funciona bien, los recogeremos de la Luna e inyectaremos la Célula Z a humanos y los enviaremos allí. No nos hará mucha falta buscar los humanos, porque el día 18 de octubre los raptaremos y le inyectaremos laCélula Z, para enviarlos... si todo va con éxito, antes de navidad pondremos la célula en cuestión en el mercado... a un alto precio, pero ¿Qué estarías dispuesto a pagar para sobrevivir si todo se va a la mierda el 21 de diciembre de 2012? Con la Célula Zofreceríamos a la gente, la posibilidad de sobrevivir.
Como se ha citado anteriormente, "No hará mucha falta buscar a los humanos", porque serán personas que nos hayan hecho algo malo a los integrantes del Proyecto Maponto. Serán... nuestros conejillos de indias.
PD: Inclusive podremos raptar a los miembros de cada zoológico.
Como se ha citado anteriormente, "No hará mucha falta buscar a los humanos", porque serán personas que nos hayan hecho algo malo a los integrantes del Proyecto Maponto. Serán... nuestros conejillos de indias.
PD: Inclusive podremos raptar a los miembros de cada zoológico.
Paul: ¿A qué día estamos?
Lola: 9 de octubre.
Paul: Dios mío... en 9 días, es cuando intentarán secuestrarnos.
Lola: Vamos a la policía. ¡YA! ¡Estos están locos! Además, son muchos, están por todas partes del mundo.
Paul: Hay que denunciarles, quieren hacerse ricos a costa de experimentar inhumanamente con gente.
______________________________________________________________
Natalia y Rosa llegaron al orfanato. Entraron por las puertas.
Rosa: Es aquí.
Natalia: Vamos.
Se acercaron a una mujer que estaba en un mostrador.
Natalia: Hola, quería saber información sobre la familia que ha adoptado a una niña... Se llama Ángela y...
Mientras Natalia hablaba con la mujer, en un descuido, Rosa se separó de ella y fue hasta un lugar donde estaba Rodrigo.
Rodrigo: ¿La has traído aquí?
Rosa: Sí. Ahora solo hay que seguir con el plan.
Rosa fue al pasillo y llamó la atención de Natalia.
Rosa: ¡Natalia! Tu hija está aquí. ¡VEN!
Natalia picó el anzuelo y fue corriendo hasta la habitación. Entró y para su sorpresa, Rodrigo se le echó encima de golpe y le quito el arma. Después cerró la puerta de la habitación.
Rodrigo: Vamos a ser claros. Si quieres volver a ver a tu hija con vida tendrás que hacer lo que te digamos.
Natalia: Pero si mi hija no está aquí... ¡Me has tendido una emboscada! (hacia Rosa) ¡Maldita zorra! ¡para eso me has traído aquí!
Rodrigo: La niña está en casa de un matrimonio enloquecido. Se escaparon hace algún tiempo de un manicomio... No le conviene mucho a Ángela seguir allí mucho tiempo... más que nada, es su vida la que estaría en juego... pero podemos sacarla de allí. Solo si haces lo que te digamos.
Natalia: ¿Qué tengo que hacer?
Rosa sonrió.
Rosa: Debes traernos de vuelta el libro negro...
Rodrigo: Y matar a tus amigotes... sí. A la cocinera y a tu noviete... Cuanto más tiempo tardes en traernos el libro, más tiempo estará tu hija con esos locos y más probabilidades tiene de que la maten. Si haces todo lo que te hemos dicho, te podrás reencontrar con tu hija. Tienes nuestra palabra. ¿Ha quedado todo claro?
Natalia estaba llorando. Asintió levemente mientras una lágrima recorría su mejilla. Pero quizás era algo tarde para que Natalia consiguiera el libro y matase a sus amigos... pues estos estaban entrando ya por la puerta de la comisaría de policía. Se acercaron al comisario.
Comisario: ¿Querían algo?
Lola y Paul: Queríamos denunciar algo.
Y en ese mismo instante, también, Fabio estaba entrando por el zoo... con el cadáver de María Shaw en brazos... pero ¿qué es lo que quiere hacer? ¿qué clase de ritual?
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