postheadericon 2012 Segunda Parte



Darío, Cloe y Jonh corrían en un coche mientras que toda la carretera se iba destruyendo tras ellos. No sabían por donde ir para llegar a las grandes naves...



3 Semanas después...

El planeta tenía un 96% de agua por todas partes. Algunas ciudades más altas como New York o París no habían sido inundadas, pero en su lugar estaban completamente derruídas. Allí en París, era donde probablemente los únicos habitantes del planeta se encontraban ahora. Las esperanzas para llegar a la nave se habían acabado...

Cloe: ¿Y ahora qué?
Darío: Tu eres científica... di algo por favor.
Cloe: Ese cañón es imposible de atravesar. Puede que halla miles y miles de metros hacia abajo. No podemos pasar al otro lado de la cuidad... vaya.
Jonh: ¡Eh! ¡Mirad allí! ¡Hay gente del otro lado! ¡Ehhhh! ¡Oigan!
Cloe: ¡Es verdad! ¡Ehhhh! ¡Ayudarnos por favor!
Darío: Se esconden de nosotros...



Darío: ¿Hola? ¡Por favor! ¿Hay alguna forma de que mis compañeros y yo podramos pasar este gran cañon?

Los que estaban del otro lado salieron de su escondite, que estaba entre dos grandes rocas que quedaban una por encima de la otra haciedo un gran cobijo y por detrás iba a parar al centro de un edificio.

Jenny: Nosotros pasamos por allí...

La chica señaló una especie de puente colgante que se había quedado sobre el cañón formado con bloques de metal de edificios destruidos.

Cloe: Yo no pienso pasar por ahí.
Darío: Dios.... eso es muy estrecho ¡es un suicidio! ¡Nos podemos caer!

Al otro lado...

Jenny: Así pasamos nosotros ¿verdad abuelo?
Abrham: ¡Pasen con calma y tranquilidad! Así lo hicimos nosotros... somos más de treinta y nadie se cayó al abismo.

Jonh: Yo lo voy a intentar. Total, el mundo se ha acabado... no perdemos nada.
Darío: Vamos cariño, por favor, tenemos que pasar.



Con muchísimo cuidado fueron pasando uno a uno sobre el puente colgante. Al final pasaron sin problemas y se reunieron con el resto.

Darío: Gracias por la ayuda. Mi nombre es Darío, ella es Cloe y el Jonh.
Abrham: Yo soy Abrham y esta es mi nieta Jenny. ¡Jenny! ¡Tráete a tu hermana!
Cloe: ¿Así que son ustedes en total más de treinta supervivientes?
Abrham: Si. Nos refugiamos en esta guarida que bueno... en esta guarida que creo la propia naturaleza. Pero mañana mismo pensamos ir a Atlanta.
Darío: ¿Atlanta? ¿Qué es eso?
Abrham: Una isla. Totalmente a salvo. Bueno.. digamos que es una isla que se ha formado con la catástrofe. Pero aquel lugar es seguro. Más que esto. Aquí si, tenemos el centro comercial por la parte de atrás y es como nos alimentamos, estamos bien y tal... pero no hay seguridad.
Cloe: A nosotros nos hablaron de unas naves que nos podrían salvar.
Abrham: Si... por aquí también llegó ese rumor. Pero tenemos entendido que se hundieron. ¡Debéis estar hambrientos! ¡Pasad a dentro y comer algo! ¿Cuánto tiempo llevais sin comer nada?
Jonh: Tres semanas ya... hemos cojido por ahí restos, pero estamos medio muertos de hambre.
Jenny: ¡Pasad aquí!

Esa noche, durmieron un poco más tranquilos. Con el estómago lleno, pudieron pensar mejor y lo mejor era irse con el grupo de supervivientes a Atlanta.

Se hizo de día. Fueron andando hasta el borde del mar. Allí en la orilla había un viejo barco oxidado y mugriento. Se montaron todos en el y empezaron a navegar.



Abrham: Según tengo entendido, no está muy lejos de aquí la isla. A un par de millas.
Cloe: ¿Y allí hay más supervivientes?
Carla: Se rumorea que si... ¡oh! perdónenme, mi nombre es Carla, soy la hermana de Jenny.
Cloe: ¿Y vuestra madre y el resto de vuestra familia?
Abrham: Mi hija, su marido y mi mujer murieron en la catástrofe.
Jenny: Si... pero ya lo tenemos asumido. Mi madre era todo para nosotras dos. Eramos sus únicas hijas y nos quería con locura y nuestro padre siempre nos daba lo que queríamos y nos cuidaba como mejor podía... y la abuela la pobre tenía cáncer... no le quedaba mucho... nosotros tenemos la suerte de haber sobrevivido.

Todos se metieron adentro. Pasadas unas cuantas horas a lo lejos comenzó a verse una gran isla que tenía un par de montañas y en la costa, parecía verse como un montón de barcas y barcos y allí había como una especie de campamento a lo largo.

Amarraron el barco contra la costa y se bajaron todos. La demás gente que había allí gritaba de alegría al verles.

Cristopher: ¡Mum! ¡Dad! ¡Others peoples! ¡OTHERS PEOPLES!
Felixia: Son! What's happening?
Cristopher: ¡OTHERS PEOPLES!

Cloe: Vaya parece que se han puesto contentos.

Empezó a salir gente de los campamentos de la isla. Muchísima gente. Todos iban corriendo a abrazar a los supervivientes nuevos. En Atlanta, era posible empezar de cero con una nueva vida... al menos como podían.



Había anochecido en la isla. Estaba todo el mundo al rededor de una gran hoguera.

Cloe: ¡Pues con toda la de comida que hay en los barcos y los cocos y platanos y todo lo que hay tenemos reservas de comida para unos tres o cuatro años!
Darío: ¿¡Tanta hay!?
Jenny: ¿Y después de cuatro años? ¿Qué vamos a comer?
Abrham: Ahora toca vivir el presente.. quien sabe si vamos a durar cuatro años más.

A las espaldas de estos estaba el mar. ¿Habían conseguido un lugar a salvo para siempre? Si. Pero los alimentos no iban a durar por siempre...
Cloe se alejó a observar el mar. Darío fue tras ella.

Cloe: Me preocupa la idea de quedarnos sin comida y que muramos de hambre...
Darío: No trates de pensar en el mañana... trata de vivir ahora.

Cloe y Darío fueron con el resto. Estaban todos al pie de la hoguera contando historias y olvidandose durante un poco de que el mundo tal y como lo conocían, acababa de terminar.