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La Víctima cap. 16
15:41 |
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Capítulo 2x07 (16): El diario de la doctora Lemons
El Karcamal ordenó encerrar a Eugenio en una celda. En una en la que nadie tenga acceso a el y el no pueda salir, pues ahí metieron a Eugenio.
Eugenio: ¡Hijo de puta! ¡Toda la vida confiando en ti y nos has traicionado! ¡¿Cómo has podido?!
Karcamal: Hay cosas que tu no sabes, y cosas que son más importantes que tu, que yo y que nuestra familia.
El Karcamal se encontró con Caín.
Karcamal: Toma –le entregó el diario de la doctora –léetelo entero y dime si hay algo sospechoso y fuera de lo normal.
En la puerta de la base...
Lorenzo: ¡Atentos oficiales! ¡Vamos a entrar! Ármense y preparaos, esto va a ser duro.
La doctora Lemons se escapó un momento del laboratorio y fue hasta la celda de Eugenio. Tenía que decirle una cosa muy importante.
Lemons: Eugenio, vengo a decirte algo que quizás te puede servir para mucho aquí dentro. Hay alguien que manda más que tu padre.
Eugenio: ¿Qué?
Lemons: Es alguien a quién tu y yo estamos acostumbrados a ver, alguien normal. Lo siento, no puedo decirte más.
______________________________________________________________________
Caín estaba leyendo el diario de la doctora cuando empezó a leer algo que le hacía pensar mucho:
Ya le he descubierto...manda más que el propio Karcamal...no sé como he podido estar tan ciega de no darme cuenta. Llevo años con el... Por si alguien leyera esto alguna vez, debo decir que el verdadero jefe de todo esto es...
Justo cuando iba a seguir leyendo en alto e iba a pronunciar el nombre, Caín oyó un ruido cerca y se percato de que alguien estaba en el pasillo, así que continuó leyendo para sí mismo.
Cuando terminó de leer fue corriendo a buscar a el Karcamal. Lo que acaba de leer lo cambiaba todo. Esa maldita doctora sabía una cosa que ni el mismo sabía.
Caín: ¿Me vas a explicar desde cuando esta el con nostros?
Karcamal: ¿El? No se a quién te refieres.
Caín: Si que lo sabes, y demasiado bien diría yo. ¿Cómo es que durante todo este tiempo no se me había informado de que esta persona estaba con nosotro? Lo sabía la doctora...no se como yo no lo sé –dijo muy enfadado.
Justo cuando el hombre iba a contestar a la pregunta sonó un golpe en seco en la puerta de la calle. ¡Era la policía!
Muchos oficiales se adentraron en la base del Karcamal.
Karcamal:¡Vé a buscar a la niña y tráemela! ¡Corre!
Caín fue corriendo como pudo.
Ante tal alarma, la doctora Lemons, dejó escapar a Eugenio de la celda.
Lemons: Ahora corre, no te fíes de nadie, ni de la policía...sálvate ¡Corre!
Eugenio: Lo siento mucho, pero yo no me pienso ir de aquí sin mi hermana.
Y en vez de ir en el camino señalado por la doctora para escapar, Eugenio tomó el camino contrario, para ir a buscar a Patricia.
De repente, Eugenio se vio en el patio de la base, junto a un montón de policías. Allí tambien estaban el Karcamal y Caín, con ellos Patricia. La doctora llegó la última y se quedó observando la escena. El comisario habló a Eugenio:
Lorenzo: Vamos Eugenio ven aquí. Vámonos de aquí...
Lemons: ¡No le hagas caso! –gritó la doctora antes de que Eugenio cayera en la trampa.
Lorenzo: ¿Por qué no me tendría que hacer caso?
Lemons: Porque estás con ellos desde el principio hijo de puta. Porque eres el mandamás de esta organización apestosa y me has tenido durante tantos años aquí en la base investigando a estos, cuando resulta que tu eras como ellos... ¿Cómo una persona como tu ha llegado a ser comisario?
Lorenzo: ¡Cógedla y matadla!
Un montón de policías siguieron a la doctora que salió corriendo afuera de la base. Eugenio aprovechó todo el jaleo para ir corriendo y arrebatar de las manos al Caín a Patricia.
Cogió a su hermana fuerte de la mano y fue también a intentar escaparse.
Karcamal: ¡No! ¡Eugenio no lo hagas o morirás!
El Karcamal tenía una pistola en las manos. Estaba apuntando a Eugenio, a su propio hijo a la cabeza.
Lorenzo: ¡Mátale! –gritó Lorenzo.
Eugenio: Hazlo si quieres... yo ya no pierdo nada. No se porque te has vuelto así papá, nunca me podría haber imaginado algo así de ti. No se porque te has obsesionado tanto con Patricia y yo.
Karcamal: No te confundas hijo, a ti solo te hemos utilizado para conseguir apoderarnos de tu hermana. Ya no nos sirves para nada, y lo que no nos sirve lo tiramos a la basura...
Caín: ¡Pues aprieta el gatillo de una vez!...
El Karcamal ordenó encerrar a Eugenio en una celda. En una en la que nadie tenga acceso a el y el no pueda salir, pues ahí metieron a Eugenio.
Eugenio: ¡Hijo de puta! ¡Toda la vida confiando en ti y nos has traicionado! ¡¿Cómo has podido?!
Karcamal: Hay cosas que tu no sabes, y cosas que son más importantes que tu, que yo y que nuestra familia.
El Karcamal se encontró con Caín.
Karcamal: Toma –le entregó el diario de la doctora –léetelo entero y dime si hay algo sospechoso y fuera de lo normal.
En la puerta de la base...
Lorenzo: ¡Atentos oficiales! ¡Vamos a entrar! Ármense y preparaos, esto va a ser duro.
La doctora Lemons se escapó un momento del laboratorio y fue hasta la celda de Eugenio. Tenía que decirle una cosa muy importante.
Lemons: Eugenio, vengo a decirte algo que quizás te puede servir para mucho aquí dentro. Hay alguien que manda más que tu padre.
Eugenio: ¿Qué?
Lemons: Es alguien a quién tu y yo estamos acostumbrados a ver, alguien normal. Lo siento, no puedo decirte más.
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Caín estaba leyendo el diario de la doctora cuando empezó a leer algo que le hacía pensar mucho:
Ya le he descubierto...manda más que el propio Karcamal...no sé como he podido estar tan ciega de no darme cuenta. Llevo años con el... Por si alguien leyera esto alguna vez, debo decir que el verdadero jefe de todo esto es...
Justo cuando iba a seguir leyendo en alto e iba a pronunciar el nombre, Caín oyó un ruido cerca y se percato de que alguien estaba en el pasillo, así que continuó leyendo para sí mismo.
Cuando terminó de leer fue corriendo a buscar a el Karcamal. Lo que acaba de leer lo cambiaba todo. Esa maldita doctora sabía una cosa que ni el mismo sabía.
Caín: ¿Me vas a explicar desde cuando esta el con nostros?
Karcamal: ¿El? No se a quién te refieres.
Caín: Si que lo sabes, y demasiado bien diría yo. ¿Cómo es que durante todo este tiempo no se me había informado de que esta persona estaba con nosotro? Lo sabía la doctora...no se como yo no lo sé –dijo muy enfadado.
Justo cuando el hombre iba a contestar a la pregunta sonó un golpe en seco en la puerta de la calle. ¡Era la policía!
Muchos oficiales se adentraron en la base del Karcamal.
Karcamal:¡Vé a buscar a la niña y tráemela! ¡Corre!
Caín fue corriendo como pudo.
Ante tal alarma, la doctora Lemons, dejó escapar a Eugenio de la celda.
Lemons: Ahora corre, no te fíes de nadie, ni de la policía...sálvate ¡Corre!
Eugenio: Lo siento mucho, pero yo no me pienso ir de aquí sin mi hermana.
Y en vez de ir en el camino señalado por la doctora para escapar, Eugenio tomó el camino contrario, para ir a buscar a Patricia.
De repente, Eugenio se vio en el patio de la base, junto a un montón de policías. Allí tambien estaban el Karcamal y Caín, con ellos Patricia. La doctora llegó la última y se quedó observando la escena. El comisario habló a Eugenio:
Lorenzo: Vamos Eugenio ven aquí. Vámonos de aquí...
Lemons: ¡No le hagas caso! –gritó la doctora antes de que Eugenio cayera en la trampa.
Lorenzo: ¿Por qué no me tendría que hacer caso?
Lemons: Porque estás con ellos desde el principio hijo de puta. Porque eres el mandamás de esta organización apestosa y me has tenido durante tantos años aquí en la base investigando a estos, cuando resulta que tu eras como ellos... ¿Cómo una persona como tu ha llegado a ser comisario?
Lorenzo: ¡Cógedla y matadla!
Un montón de policías siguieron a la doctora que salió corriendo afuera de la base. Eugenio aprovechó todo el jaleo para ir corriendo y arrebatar de las manos al Caín a Patricia.
Cogió a su hermana fuerte de la mano y fue también a intentar escaparse.
Karcamal: ¡No! ¡Eugenio no lo hagas o morirás!
El Karcamal tenía una pistola en las manos. Estaba apuntando a Eugenio, a su propio hijo a la cabeza.
Lorenzo: ¡Mátale! –gritó Lorenzo.
Eugenio: Hazlo si quieres... yo ya no pierdo nada. No se porque te has vuelto así papá, nunca me podría haber imaginado algo así de ti. No se porque te has obsesionado tanto con Patricia y yo.
Karcamal: No te confundas hijo, a ti solo te hemos utilizado para conseguir apoderarnos de tu hermana. Ya no nos sirves para nada, y lo que no nos sirve lo tiramos a la basura...
Caín: ¡Pues aprieta el gatillo de una vez!...
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