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La Víctima cap. 15
15:40 |
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Capítulo 2x06 (15): El robo
Acababa de amanecer. Caín sacó a Eugenio de la habitación empujándole. Después Eugenio fue llevado hasta un despacho. Allí estaba el Karcamal.
Karcamal: Dime chico, ¿Por qué piensas que estas aquí?
Eugenio: Quizás porque tu has querido...
Karcamal: En efecto, porque me ha salido de la poya. Estarás aquí encerrado con tu hermana el tiempo que haga falta.
Eugenio: ¿Por qué la habéis tomado conmigo? ¿Por qué habéis secuestrado a mi hermana, matado a mi madre y a mi padre y porque ahora nos tenéis aquí? ¿Por qué esta extraña obsesión con mi familia?
El Karcamal se dio la vuelta para pensar la pregunta. No podía responderle y contarle la verdad al chico. Mientras este estaba dado la vuelta, Eugenio robó unos papeles que había en la mesa y se los guardó bajo la camisa por la espalda.
Eugenio: ¿Me puedo ir?
Karcamal: Si.
Eugenio regresó a su habitación. Su hermana estaba despierta. Se puso muy contenta al volver a ver a su hermano mayor. Eugenio sacó los papeles y los miró bien. Eran documentos militares...
>> Comisaría Madrid.
Lorenzo estaba impaciente. Estaba esperando la llamada de Lemons para contarle si había matado o no al Karcamal. Pero la espera se hizo eterna y esa llamada nunca llegó.
Lorenzo: Estoy empezando a pensar que algo malo le ha sucedido a la doctora.
Oficial: Señor, yo pienso que lo mejor sería ir nosotros mismos a Ámsterdam y matar al Karcamal y traer de vuelta a la niña. Por cierto ¿Dónde esta el chico? ¿No había pasado aquí la noche por miedo?
Lorenzo: Es verdad, no esta, bueno... habrá ido a dar una vuelta por ahí, para despejarse. Voy a intentar ponerme en contacto como sea con Lemons.
>> Ámsterdam.
La doctora Lemons estaba en el laboratorio. Estaba trabajando obligada en el proyecto.
En ese momento, entro Caín.
Caín: Vaya, vaya... Parece ser que al final he conseguido desenmascararte ¿No me guardaras rencor? Jajaja.
Le dijo eso Caín riéndose de ella.
Caín: Ahora lo único que vas a ver en tu vida serán estas cuatro paredes sucias de este apestoso laboratorio y nosotros nos divertiremos leyendo tu diario. Buena suerte.
Caín se marchó del laboratorio. Lemons no fue capaz de articular ni una palabra.
>> Comisaría Madrid – 8 horas después.
Era casi de noche y nadie sabía nada de Eugenio. La situación comenzó a ser preocupante para Lorenzo. Este se puso en lo peor y pensó que el chico estaba muerto. No podía dejar que una muerte mas pasara delante de sus narices. Así que montó un dispositivo y un avión. A la mañana siguiente estarían en Ámsterdam para matar al Karcamal.
>> Habitación de Eugenio en la base.
Eugenio había leído todos los papeles. Ya sabía la identidad del Karcamal, pero para comprobarlo debía quitarle las barbas postizas.
En ese mismo instante, la puerta se abrió y entró el Karcamal.
Eugenio veloz se lanzó a su cuello y le quitó las barbas de un tirón. El hombre se enfureció. Tenía su cara al descubierto.
Patricia que estaba allí y había visto la escena, gritó al ver la cara del hombre:
Patricia: ¡Papa!
Eugenio: Papa...
Eugenio había visto en los papeles militares el parte de defunción falso de su padre. Su padre no estaba muerto. Eso era lo que le habían dicho a la familia. Solo la barba y la voz más aguda delante del chico habían echo que el no se diera cuenta que la persona que le estaba haciendo la vida imposible y había matado a su madre era su propio padre.
Eugenio: ¿Por qué has hecho todo esto? ¿Umm? ¿Papa? ¿¡Por qué!?
Acababa de amanecer. Caín sacó a Eugenio de la habitación empujándole. Después Eugenio fue llevado hasta un despacho. Allí estaba el Karcamal.
Karcamal: Dime chico, ¿Por qué piensas que estas aquí?
Eugenio: Quizás porque tu has querido...
Karcamal: En efecto, porque me ha salido de la poya. Estarás aquí encerrado con tu hermana el tiempo que haga falta.
Eugenio: ¿Por qué la habéis tomado conmigo? ¿Por qué habéis secuestrado a mi hermana, matado a mi madre y a mi padre y porque ahora nos tenéis aquí? ¿Por qué esta extraña obsesión con mi familia?
El Karcamal se dio la vuelta para pensar la pregunta. No podía responderle y contarle la verdad al chico. Mientras este estaba dado la vuelta, Eugenio robó unos papeles que había en la mesa y se los guardó bajo la camisa por la espalda.
Eugenio: ¿Me puedo ir?
Karcamal: Si.
Eugenio regresó a su habitación. Su hermana estaba despierta. Se puso muy contenta al volver a ver a su hermano mayor. Eugenio sacó los papeles y los miró bien. Eran documentos militares...
>> Comisaría Madrid.
Lorenzo estaba impaciente. Estaba esperando la llamada de Lemons para contarle si había matado o no al Karcamal. Pero la espera se hizo eterna y esa llamada nunca llegó.
Lorenzo: Estoy empezando a pensar que algo malo le ha sucedido a la doctora.
Oficial: Señor, yo pienso que lo mejor sería ir nosotros mismos a Ámsterdam y matar al Karcamal y traer de vuelta a la niña. Por cierto ¿Dónde esta el chico? ¿No había pasado aquí la noche por miedo?
Lorenzo: Es verdad, no esta, bueno... habrá ido a dar una vuelta por ahí, para despejarse. Voy a intentar ponerme en contacto como sea con Lemons.
>> Ámsterdam.
La doctora Lemons estaba en el laboratorio. Estaba trabajando obligada en el proyecto.
En ese momento, entro Caín.
Caín: Vaya, vaya... Parece ser que al final he conseguido desenmascararte ¿No me guardaras rencor? Jajaja.
Le dijo eso Caín riéndose de ella.
Caín: Ahora lo único que vas a ver en tu vida serán estas cuatro paredes sucias de este apestoso laboratorio y nosotros nos divertiremos leyendo tu diario. Buena suerte.
Caín se marchó del laboratorio. Lemons no fue capaz de articular ni una palabra.
>> Comisaría Madrid – 8 horas después.
Era casi de noche y nadie sabía nada de Eugenio. La situación comenzó a ser preocupante para Lorenzo. Este se puso en lo peor y pensó que el chico estaba muerto. No podía dejar que una muerte mas pasara delante de sus narices. Así que montó un dispositivo y un avión. A la mañana siguiente estarían en Ámsterdam para matar al Karcamal.
>> Habitación de Eugenio en la base.
Eugenio había leído todos los papeles. Ya sabía la identidad del Karcamal, pero para comprobarlo debía quitarle las barbas postizas.
En ese mismo instante, la puerta se abrió y entró el Karcamal.
Eugenio veloz se lanzó a su cuello y le quitó las barbas de un tirón. El hombre se enfureció. Tenía su cara al descubierto.
Patricia que estaba allí y había visto la escena, gritó al ver la cara del hombre:
Patricia: ¡Papa!
Eugenio: Papa...
Eugenio había visto en los papeles militares el parte de defunción falso de su padre. Su padre no estaba muerto. Eso era lo que le habían dicho a la familia. Solo la barba y la voz más aguda delante del chico habían echo que el no se diera cuenta que la persona que le estaba haciendo la vida imposible y había matado a su madre era su propio padre.
Eugenio: ¿Por qué has hecho todo esto? ¿Umm? ¿Papa? ¿¡Por qué!?
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