postheadericon La Víctima cap. 14

2x05 (14): El crimen

>> Psiquiátrico Dos Santos 14.00 de la tarde.

No era fácil llegar hasta la habitación de la madre de Eugenio. El abusón subió las escaleras haciéndose pasar por un loco, lo hizo tan bien hasta tal punto que una enfermera le preguntó que cual era su habitación y que hacía fuera de ella. Este consiguió distraerla y llegar hasta la habitación de la madre del chico.

Cuando entró, esta estaba en la cama dormida. El chico sacó un pañuelo de tela y lo puso en los orificios nasales de la mujer. Apretó bien fuerte hasta que la mujer dejó de respirar y perdió el pulso...

El abusón dejó el cadáver sobre la cama y huyó por la ventana por la que entró.

En ese momento, llegaba la hora de la comida y un celador entraba en la habitación de la madre de Eugenio. Este descubrió el cadáver y llamó la alarma. Una fuerte alarma sonaba por todo el Dos Santos: La madre de Eugenio había sido asesinada.

Eugenio había perdido el conocimiento en su baño. El chico creyó ver que salía sangre del grifo del baño de la habitación 13. La enfermera le tranquilizó y al ver que el chico no tenía problemas en la vista ya, decidió darle el alta.

Eugenio salió a la calle y vio pasar una ambulancia por enfrente de el. La ambulancia paró en el Psiquiátrico Dos Santos, que estaba enfrente del hospital. Eugenio se puso en lo peor y entró corriendo al Manicomio y fue a la habitación de su madre. Allí estaban sacando el cuerpo de la mujer en una camilla.

Eugenio se puso a gritar obsesivamente. Estaba llorando. Su madre había muerto. Ya no tenía a nadie en el mundo mas que su desaparecida hermana. Cuando se recuperó un poco, preguntó al comisario Lorenzo, que estaba por allí.

Eugenio: ¿Cómo ha muerto?

Lorenzo: Ha sido asfixiada. Tranquilo, vamos a encontrar al culpable de esto y vamos a encontrar a tu hermana.

Eugenio: No tengo a donde ir. Me da miedo vivir solo en mi casa.

Lorenzo: Tranquilo chico, si quieres podrás pasar la noche en comisaría. En los calabozos que tenemos, hay camas. Son bastantes cómodas. Allí estarás mas seguro que en ningún lado.

El chico aceptó el trato y fue a dormir esa noche a comisaría. Cuando se echó la noche encima. Todos en comisaría quedaron dormidos, todos menos el guardia. Pero alguien se coló en las oficinas y cogió a Eugenio, aún dormido. Este se despertó pero no pudo oponer resistencia, ni podía gritar. El hombre que lo rapto lo llevo a la vuelta de la calle y luego le metió en el maletero de un helicóptero.

El hombre cogió el móvil antes de echar a volar y llamó:

Caín: Tengo al chico.

Karcamal: Estupendo. Te espero aquí. Estamos cenando.

Caín colgó y echó a volar. Al otro lado de la línea, el Karcamal que estaba disfrutando de una larga cena con Lemons, colgó también.

Karcamal: Bueno Lemons, dime ¿Te gusta la comida?

Lemons: Si, por supuesto...

Karcamal: Pues menos mal, porque es la única comida que vas a ver en tu vida.

El Karcamal puso un diario sobre la mesa. Era el diario de la doctora.

Lemons: ¿¡Me has estado espiando!?

Karcamal: He leído todo lo que pone en ese diario. No se como he podido ser tan gilipoyas. Mira doctora, le diré lo que va usted a hacer...ahora cuando terminemos de cenar, va a meter su móvil en el vaso de agua asegurándose de que no funcione mas y usted no se pondrá en contacto con el policía al que trabaja, porque si usted hace eso, le aseguro que voy a matarla. Si usted intenta escapar de Ámsterdam y de la base, le arrancaré los ojos ¿Ha quedado claro?

El Karcamal no creía las sospechas de Caín, hasta que este, le robó el diario a la doctora como prueba.

>> 3 horas después.

Tres horas después, Caín llegó en helicóptero a la base del Karcamal.

Metió a Eugenio en una habitación y fue con el Karcamal.

Caín: El chico está encerrado. ¿Qué tal ha salido todo con esa puta?

Karcamal: Ella esta ahora mismo en su laboratorio trabajando para el proyecto. Ya no puede ponerse en contacto con el comisario.

Eugenio despertó en la habitación donde le habían encerrado. Estaba encerrado junto con su hermana, que estaba dormida. Ella también estaba ahí. Eugenio se acordó de su difunta madre y empezó a llorar y berrinchar.