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La Víctima cap. 6
15:38 |
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Capítulo 1x06 (06): La cuenta atrás
Madre e hijo estaban super nerviosos. No sabían que hacer. Los minutos no paraban de pasar.
Eugenio: A ver mama, yo entiendo un poco. Mira allí hay unos ordenadores. Voy a conectar esta otra salida del cable con el ordenador y voy a intentara averiguar que es esto.
Madre: ¿Y si es una bomba?
Eugenio: No lo sé, pero por si acaso no te muevas mucho.
Eugenio hizo todo lo que pudo. Conecto el cable al ordenador y accedió a la base de datos. En la pantalla del ordenador apareció la misma cuenta atrás. Eugenio no sabía que hacer. Quedaban 47 minutos.
De repente alguien se montó en el ascensor y este descendió. Eugenio guardo rápidamente el ordenador y se sentó en el sitio donde estaba antes.
Martaa ¡Vaya vaya! Madre e hijo tendrán 46 minutos para hablar, pero una vez eso, os despediréis para siempre. No vais a salir de aquí con vida. Eso os lo garantizo.
Madre: ¡Eres una zorra!
Martaa Lo sabía… me gusta matar, es mi oficio y me encanta. Ahora eres tu la que te vas a despedir de tu otro hijo.
La mujer se montó en el ascensor, pero Eugenio se levantó.
Eugenio: No creo que te vayas a ir a ninguna parte.
Martaa: ¿A sí?
Eugenio: Seguro, porque si subes ese ascensor, a través de este teléfono llamaré al director del colegio y le voy a contar todo lo que estas haciendo.
La mujer se acercó a Eugenio. Sacó una pistola y apuntó a la madre de este. Le disparó en la pierna. La mujer chilló a mas no poder.
Madre: ¡Zorra! ¡Hija de puta! ¡Mal nacida!
Martaa: ¡Chist! Yo que tu no seguiría insultando. Con ese disparo en la pierna no te morirás ni perderás la pierna. Ha sido un tiro limpio. La bala no te ha tocado el hueso.
Dijo la profesora examinando la pierna de la madre de Eugenio.
La mujer se largó sin mas que añadir.
Entonces Eugenio sacó de nuevo su ordenador y retomó lo que estaba haciendo.
Con ordenador en mano intentó parar la bomba, pero toco algo y el contador empezó una cuenta atrás pero mucho más deprisa: 39, 38, 37, 36, 35…… 5. Se paró a los cinco minutos. Solo faltaban cinco minutos para que el contador llegue a cero. Eugenio había tocado algo mal y había tirado todo por la borda.
Madre: Eugenio cariño…siempre te he querido. Lamento mucho lo que le ha pasado a tu hermana. Pero prométeme que si sales de esta lucharás por su memoria.
Eugenio: Si mama, lo haré.
Mas arriba la profesora hablaba con el corpulento tío del abusón.
Martaa Les quedan unos cinco minutos. Los muy inútiles han influido en el contador y este se ha adelantado muchos minutos.
Tío del abusón: Pues entonces alejémonos de la zona.
Martaa:¿No vamos a recoger a la niña? Es fundamental para que todo salga bien.
Tío del abusón:¡Corre! Ve a recogerla. Ellos piensan que esta muerta. Pero ese cadáver no es el de la niña. Es el de…
Martaa: Voy a por ella.
La profesora montó de nuevo al ascensor, pero esta vez no bajó a la planta – 1 que era donde estaban Madre e hijo y el falso cadáver, sino que bajó a la – 2. Allí estaba en una mesa. Con los ojos tapados y atada a la pared la verdadera hermana. Tenía una venda que cubría la cabeza.
Patricia: ¿A dónde me llevas?
Martaa: Reina, no te muevas. Tu herida por el disparo falso te puede pasar.
Patricia: Pero… ¿Por qué no me he muerto si me has disparado a la cabeza?
Martaa: Porque las balas eran falsas… todo era para hacer creer a tu hermanito que habías muerto. Ahora irás a un sitio donde de verdad apreciarán tu… habilidad…
Una planta mas arriba, quedaban 10 segundos. Eugenio estaba agarrado de la mano con su madre. 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1 y 0….
Una fuerte explosión sonó en la planta – 1 a la vez que la profesora salía con la niña y se iba junto con el tío del abusón.
Madre e hijo estaban super nerviosos. No sabían que hacer. Los minutos no paraban de pasar.
Eugenio: A ver mama, yo entiendo un poco. Mira allí hay unos ordenadores. Voy a conectar esta otra salida del cable con el ordenador y voy a intentara averiguar que es esto.
Madre: ¿Y si es una bomba?
Eugenio: No lo sé, pero por si acaso no te muevas mucho.
Eugenio hizo todo lo que pudo. Conecto el cable al ordenador y accedió a la base de datos. En la pantalla del ordenador apareció la misma cuenta atrás. Eugenio no sabía que hacer. Quedaban 47 minutos.
De repente alguien se montó en el ascensor y este descendió. Eugenio guardo rápidamente el ordenador y se sentó en el sitio donde estaba antes.
Martaa ¡Vaya vaya! Madre e hijo tendrán 46 minutos para hablar, pero una vez eso, os despediréis para siempre. No vais a salir de aquí con vida. Eso os lo garantizo.
Madre: ¡Eres una zorra!
Martaa Lo sabía… me gusta matar, es mi oficio y me encanta. Ahora eres tu la que te vas a despedir de tu otro hijo.
La mujer se montó en el ascensor, pero Eugenio se levantó.
Eugenio: No creo que te vayas a ir a ninguna parte.
Martaa: ¿A sí?
Eugenio: Seguro, porque si subes ese ascensor, a través de este teléfono llamaré al director del colegio y le voy a contar todo lo que estas haciendo.
La mujer se acercó a Eugenio. Sacó una pistola y apuntó a la madre de este. Le disparó en la pierna. La mujer chilló a mas no poder.
Madre: ¡Zorra! ¡Hija de puta! ¡Mal nacida!
Martaa: ¡Chist! Yo que tu no seguiría insultando. Con ese disparo en la pierna no te morirás ni perderás la pierna. Ha sido un tiro limpio. La bala no te ha tocado el hueso.
Dijo la profesora examinando la pierna de la madre de Eugenio.
La mujer se largó sin mas que añadir.
Entonces Eugenio sacó de nuevo su ordenador y retomó lo que estaba haciendo.
Con ordenador en mano intentó parar la bomba, pero toco algo y el contador empezó una cuenta atrás pero mucho más deprisa: 39, 38, 37, 36, 35…… 5. Se paró a los cinco minutos. Solo faltaban cinco minutos para que el contador llegue a cero. Eugenio había tocado algo mal y había tirado todo por la borda.
Madre: Eugenio cariño…siempre te he querido. Lamento mucho lo que le ha pasado a tu hermana. Pero prométeme que si sales de esta lucharás por su memoria.
Eugenio: Si mama, lo haré.
Mas arriba la profesora hablaba con el corpulento tío del abusón.
Martaa Les quedan unos cinco minutos. Los muy inútiles han influido en el contador y este se ha adelantado muchos minutos.
Tío del abusón: Pues entonces alejémonos de la zona.
Martaa:¿No vamos a recoger a la niña? Es fundamental para que todo salga bien.
Tío del abusón:¡Corre! Ve a recogerla. Ellos piensan que esta muerta. Pero ese cadáver no es el de la niña. Es el de…
Martaa: Voy a por ella.
La profesora montó de nuevo al ascensor, pero esta vez no bajó a la planta – 1 que era donde estaban Madre e hijo y el falso cadáver, sino que bajó a la – 2. Allí estaba en una mesa. Con los ojos tapados y atada a la pared la verdadera hermana. Tenía una venda que cubría la cabeza.
Patricia: ¿A dónde me llevas?
Martaa: Reina, no te muevas. Tu herida por el disparo falso te puede pasar.
Patricia: Pero… ¿Por qué no me he muerto si me has disparado a la cabeza?
Martaa: Porque las balas eran falsas… todo era para hacer creer a tu hermanito que habías muerto. Ahora irás a un sitio donde de verdad apreciarán tu… habilidad…
Una planta mas arriba, quedaban 10 segundos. Eugenio estaba agarrado de la mano con su madre. 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1 y 0….
Una fuerte explosión sonó en la planta – 1 a la vez que la profesora salía con la niña y se iba junto con el tío del abusón.
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