postheadericon La Víctima cap. 4

Capítulo 1x04 (04): Nada es lo que parece.

Eugenio se fue a la cama después de todo lo pasado. Su padre había muerto, su madre estaba secuestrada, todas estas cosas no paraban de darle vueltas en la cabeza al chico. Se acostó, pero no fue capaz de conciliar el sueño. De repente un ruido del movimiento de unas sillas en la planta inferior de la casa le asustaron.

El chico bajó las escaleras y se asomó. Estaban todas las luces apagadas, todo oscuro. El ruido volvió a sonar, pero esta vez con las sillas mas cercanas. Entonces Eugenio oservó como una sombra se movia en el fondo de la negrura del salón.

Rápidamente subió al cuarto de su hermana y se metió en la cama con ella.

Patricia: ¿Qué haces aquí?

Eugenio: ¡Cállate! Hay alguien en casa, no estamos solos.

Entonces sonó la puerta del dormitorio. Tan solo dos golpes agudos provocaron que la pequeña hermana de Eugenio se echara a llorar. Este la intentó consolar, pero a la vez, puso sillas y empotró la cama contra la puerta. Tras hacer todo esto se subió a la camaa con su hermana.

Patricia: Tengo miedo (dijo llorando) ¿Dónde esta mamá? Quiero ir con ella.

Eugenio: Mama, no esta cariño... se ha ido un tiempo a trabajar fuera, pero te prometo que yo voy a cuidar de ti.

Patricia: ¿Se ha ido con papá a luchar en la guerra? (dijo la niña ilusionada)

Eugenio: Si Claudia, se ha ido con.... papá.

Otro golpe, pero esta vez más fuerte sonó. Venía del armario de enfrente. El armario se abrió, la niña chilló y se tapó la cara con las sábanas, entonces, un hombre de unos cuarenta años, bastante fuerte les apuntó con una pistola

Tío del abusón Me mandan recuerdos...mi sobrino.

Eugenio no se movió, pues la cama se echó hacia delante y la profesora entró.

Matilde: ¡Valla valla! Veo que se me han adelantado.

Tío del abusón Ya los tengo, les voy a matar.

Apretó el gatillo contra la cabeza de la hermana de Eugenio. La cama se llenó de sangre. Eugenio aprovechó que los dos mayores reían de la muerte de la niña y salió corriendo, bajó las escaleras y salió a la calle. Era de noche y estaba lloviendo.

El chico iba llorando a plena lágrima. Su hermana había muerto y el no había tenido la suficiente cara de quedarse allí a defender su memoria, el se había esfumado, se había largado con miedo, como una cucaracha.

Cuando se alejó lo suficiente, su teléfono móvil sonó.

Madre: Eugenio hijo, no tengo mucho tiempo. Estoy en una nave muy grande, tiene el techo muy alto y estoy sola. Esta completamente cerrada, he conseguido librarme de la silla que me prisonaba y he llegado hasta este teléfono que estaba en una mesa. Suena un río, tan solo tardaron unos minutos en traerme desde casa hasta aquí, así que estaremos cerca del río Ebro.

Eugenio: ¡Mama! (dijo llorando y gritando) ¡Han matado a Patricia!

Madre: ¿Qué me cuentas? No...

La madre del chico se echó a llorar profundamente...